A menos de dos meses de las elecciones nacionales, el consumidor costarricense muestra un comportamiento contradictorio: se siente más optimista sobre su futuro inmediato y sus ingresos, pero es cada vez más crítico con el desempeño de la administración saliente.
El más reciente estudio del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), elaborado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), revela que en noviembre el indicador alcanzó los 55,4 puntos (en una escala de 0 a 100). Este dato representa un aumento de 3,1 puntos respecto a la medición anterior y marca el primer incremento real de la confianza en un año, sacando al país del estancamiento para ubicarlo en una zona de “ambivalencia” o neutralidad.
No obstante, este repunte en el ánimo no se tradujo en aplausos para Zapote. El estudio evidencia un divorcio entre la expectativa personal y la calificación política.
La gestión de Rodrigo Chaves bajo la lupa
Mientras los hogares reportan mejores expectativas de ingresos, la valoración de la política económica de la administración de Rodrigo Chaves sufrió un deterioro en el último trimestre.
Según los datos de la UCR, el porcentaje de ciudadanos que considera que el Gobierno está haciendo un “trabajo bueno” cayó casi 5 puntos porcentuales, ubicándose en apenas un 24,8%. En contraste, quienes opinan que la administración realiza un “trabajo pobre” se consolidaron como el grupo mayoritario, abarcando el 40,8% de la población consultada.
Este fenómeno sugiere que el optimismo actual no nace de una satisfacción con las políticas públicas vigentes, sino de factores estacionales y cíclicos. El estudio señala que, además del tradicional impulso por los descuentos de fin de año y el pago del aguinaldo, la “expectativa sobre las próximas elecciones” está jugando un rol clave en elevar el ánimo. El consumidor parece estar depositando su esperanza en el cambio de mando que se avecina en 2026.
Menos miedo al desempleo, pese a la crítica
A pesar de la dura calificación otorgada al Ejecutivo, los costarricenses perciben un entorno macroeconómico menos hostil que hace tres meses.
El temor a que la situación social empeore se ha disipado parcialmente. En noviembre, el porcentaje de consumidores que espera un aumento en el desempleo cayó drásticamente al 32,2% (casi 9 puntos menos que en agosto). De igual forma, las expectativas sobre un aumento en la pobreza también disminuyeron.
Esta mejora en la percepción está impulsada, curiosamente, por los sectores más vulnerables. El perfil del “nuevo optimista” de finales de 2025 corresponde mayoritariamente a mujeres (+6,5 puntos), personas menores de 35 años y hogares con ingresos inferiores a los ₡500.000 mensuales.
El 63,1% de los encuestados espera que sus ingresos mejoren en los próximos 12 meses, y solo un 22% teme perder capacidad de compra.
En resumen, el costarricense cierra el 2025 con el bolsillo un poco más esperanzado por la temporada y el futuro electoral, pero con una nota reprobatoria para la gestión económica que deja el actual gobierno.
Ficha Técnica del Estudio
- Encuesta: ICC No. 88, Escuela de Estadística UCR.
- Fecha de campo: Del 3 de noviembre al 9 de diciembre de 2025.
- Muestra: 703 personas usuarias de telefonía celular.
- Cobertura: Nacional (97% de cobertura móvil).
- Margen de error: (No especificado en el resumen, usualmente alrededor de +/- 3,7% en estudios con estas características).
