Si está pensando en viajar a Europa en los próximos meses y tiene a Italia entre sus destinos, es necesario que tome en cuenta estos aspectos a la hora de planificar su presupuesto.
Más allá del costo de los boletos aéreos y el hospedaje, los gastos diarios más significativos para cualquier turista en Italia se concentran en dos áreas: la alimentación, que incluye desde un café en la plaza hasta una cena en un restaurante, y los servicios de transporte local, como trenes, autobuses o los vaporettos de Venecia.
En el contexto económico reciente, la expectativa general en la Eurozona ha sido la de una moderación de precios tras los picos inflacionarios de años anteriores. Los viajeros han podido presupuestar con una mayor sensación de estabilidad, esperando que los costos en su destino se mantengan predecibles.
Sin embargo, los datos más recientes publicados para el mes de junio traen un ligero, pero notable, cambio en esa tendencia, impactando directamente en los rubros más sensibles para el bolsillo del turista.
El Instituto Nacional de Estadística de Italia (Istat) informó que la inflación en el país registró una aceleración, situándose en un 1,7% interanual, en comparación con el 1,6% de mayo.
Este repunte se debe, precisamente, a un alza en los precios de los alimentos y de los servicios relacionados con el transporte.

El detalle detrás del alza
El informe del Istat desglosa los factores que impulsaron este incremento. Los precios de los productos alimenticios no procesados vieron su crecimiento acelerarse del 3,5% al 4,2%, mientras que los alimentos procesados también subieron.
La llamada “cesta de la compra” para los consumidores reflejó esta tendencia, pasando de un 2,7% al 3,1%.
De igual importancia para los viajeros, los costos de los servicios de transporte también se encarecieron, con un aumento del 2,6% al 2,9% entre mayo y junio.
En contraste, el sector energético ofreció un respiro, con una caída en los precios durante el mismo período.
Perspectivas a mediano plazo
A pesar de esta aceleración puntual, los analistas mantienen una perspectiva de moderación. La tasa de inflación del 1,7% en Italia se mantiene por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
Las proyecciones del propio Banco de Italia para el trienio 2025-2027 sugieren que la inflación promediará el 1,5% tanto este año como el próximo, lo que indica que no se espera una escalada de precios sostenida.