Las compras en el supermercado impactan de forma significativa la calidad de nuestra alimentación y por ende nuestra salud.
Estudios científicos han demostrado que disminuir el consumo de carbohidratos tiene muchos beneficios en nuestra salud, entre los que destacan: aumento de la energía y mejora la concentración mental.
Por medio de la meditación podemos aprender a diferenciar entre las ganas de comer por necesidad fisiológica o si estamos comiendo por alguna emoción, positiva o negativa, que sentimos en el momento.
En promedio, se recomienda que un deportista duerma de ocho a diez horas o más al día. La cantidad de sueño puede aumentar dependiendo de la carga de entrenamiento del deporte y la edad del atleta.
Los aditivos alimentarios son sustancias que se agregan para mantener o mejorar la seguridad, frescura, sabor, textura, o apariencia de los alimento; pero algunos pueden resultar problemáticos para la salud.
La mejor manera de calcular la masa muscular es acudir a un nutricionista o entrenador físico calificado.
La enfermedad se puede prevenir y frenar desde edades tempranas, háblese de la niñez, actuando sobre componentes modificables como lo es el estilo de vida.
El uso de ciertos alimentos y bebidas nos pueden ayudar a sobrellevar mejor esos días.
La salud es un estado completo de bienestar físico y mental, que incluye muchos componentes físicos, bioquímicos y emocionales. Es por esto que el peso corporal no es un indicador aislado de salud.
Para algunas personas es más fácil perder peso, comer saludable y hacer ejercicio, gracias a sus características genéticas.