Comprar de forma virtual desde la comodidad del hogar puede ser muy práctico y hasta divertido; sin embargo, existe una lista de productos que la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Hacienda podría retener e, incluso, cobrar una tarifa por liberarlos.
A partir de esas situaciones, los entes asociados como Correos de Costa Rica sugieren de antemano en su sitio web tener conocimiento de cuáles son esos artículos para que la primera medida sea no comprarlos en línea.
El proceso para recuperar el paquete retenido no se limita a pagar, ya que se debe seguir un papeleo específico que le detallaremos más adelante. Pero antes, le contamos cuáles artículos podrían traerle inconvenientes.
Peligrosos por su composición
Aunque su clasificación puede invitar a imaginarse comprar un insecticida o sustancias químicas de alta concentración, lo cierto es que en la lista se incluye desde artículos de belleza hasta cualquiera que contenga alcohol como primer ingrediente.
En este grupo, los objetos mencionados son considerados inflamables, corrosivos o explosivos, por lo que su envío aéreo está limitado:
- Perfumes y colonias
- Esmaltes de uñas
- Pinturas
- Bolsas de aire
- Acumuladores eléctricos
- Productos con alcohol como primer ingrediente
- Cualquier material considerado explosivo o inflamable
Quien envíe este tipo de productos es responsable de declararlos correctamente y seguir las condiciones que establece Correos de Costa Rica, pues el mal manejo puede provocar que sean rechazados, decomisados o devueltos.
Requieren autorización del Ministerio de Salud
No solo los medicamentos necesitan permisos especiales por parte del ente regulador, sino que aquellos de uso personal o cosmético también lo requieren para poder llegar a manos de su comprador, especialmente cuando se adquieren con fines de comercialización:
- Maquillaje
- Cremas, bloqueadores, geles, aceites y perfumes
- Jabones, desodorantes y champús
- Pastas dentales, enjuagues bucales y productos para el cabello
- Endulzantes, saborizantes, vitaminas y suplementos
- Medicamentos, jarabes, ungüentos, supositorios y test médicos
- Dispositivos como oxímetros, medidores de presión, celulares o computadoras usadas
En estos casos se pueden realizar algunos trámites si el producto está en condiciones óptimas para que llegue a su destino. Pero si está dañado o usado en mal estado, eso no es posible.
Regulados por el Minae y MAG
Tanto el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) regulan aquellos productos que puedan llegar a afectar la capa de ozono, como los aires acondicionados y las refrigeradoras.
El primero otorga la autorización desde su Oficina Técnica del Ozono, mientras que el MAG se encarga de vigilar la entrada de madera, semillas, plantas, pieles, productos agrícolas y veterinarios, harina, café en grano y productos lácteos.
Es decir, si compra un objeto que contenga piezas de madera (pueden ser, por ejemplo, cajas e incluso mangos de cepillos para el cabello) es posible que se lleguen a someter ese producto a revisión para determinar una eventual retención. Lo mismo ocurre con ropa, zapatos o bolsos de piel animal, originales o imitaciones muy bien logradas.
Los trámites para obtener los avales deben ser hechos por el comprador directamente ante la instancia correspondiente, pues Correos no los gestiona, al menos en su mayoría.

¿Cómo liberar el paquete?
El precio para liberar un paquete retenido en aduanas varía dependiendo de varios factores, como el valor de la mercancía, los impuestos aplicables y los cargos por servicios de agencia aduanal si se requiere.
Según lo establece Correos de Costa Rica en su reglamento de Paquetería Internacional, uno de los primeros aspectos a tomar en cuenta es el manejo de los datos personales. Para que el paquete sea tramitado correctamente, el cliente debe brindar información como nombre, cédula, dirección y algunos detalles de la factura.
Cuando el paquete es detenido para revisión, es abierto por un funcionario de Aduanas en presencia de personal de Correos, se compara la mercancía con la factura enviada y, si todo coincide, emite una póliza con los impuestos a pagar o permisos pendientes. Seguidamente, se envía al correo electrónico del cliente y es entonces cuando este debe proceder con el pago y enviar el comprobante a la dirección de correo indicada, con otros documentos generales que se le soliciten según el caso.
Para la entrega, hay tres opciones disponibles: a domicilio, en un apartado postal inteligente (API) o tradicional, o bien directamente en una sucursal. En cualquiera de los casos, se envía una notificación al número registrado.
Si escoge la entrega a domicilio y no hay nadie disponible, el paquete será redirigido a la oficina más cercana. De igual manera, si opta por el API y el paquete no se retira en un plazo de 48 horas, también se traslada.
Existe la posibilidad de solicitar una exoneración de impuestos, pero solo aplica para pequeños envíos familiares sin fines comerciales y cuyo valor no supere los $500. Además, el remitente debe ser un familiar cercano del destinatario, y se puede acceder a este beneficio solo una vez cada seis meses.
Dentro de los pagos para no exonerados se encuentra la tasa postal, que varía según el servicio contratado en el país de origen; el almacenaje, que aplica si el paquete no se retira a tiempo y pesa más de 500 gramos; y los aranceles.
Cabe destacar que la empresa de correo no cubre el transporte ni devolución de mercancías que excedan los $25.000, productos perecederos, dinero, joyas, cheques, tiquetes, tarjetas, efectivo, objetos de vidrio, relojes y los artículos prohibidos.
Asimismo, si la compra permanece en el depósito fiscal por más de un año sin completar el proceso aduanal, es declarada en abandono.