Luego de casi treinta años de operaciones en Costa Rica, Scotiabank desaparece del mapa costarricense. Desde el pasado 1 de diciembre de 2025, la entidad cambió de nombre y ahora opera bajo la marca Davibank, resultado de la integración de sus operaciones regionales con el grupo colombiano Davivienda. Esta transacción que marca un giro estratégico para la banca privada de Costa Rica y cierra un capítulo importante en la historia financiera local.
La transformación no es, sin embargo, una salida precipitada. Scotiabank, a través de su casa matriz canadiense, mantiene ahora una participación accionaria del 20% en Davivienda Group. En otras palabras, la entidad canadiense cambió su rol de operador directo al de accionista principal, permitiendo que Davivienda dirigiera las operaciones cotidianas en Costa Rica, Colombia y Panamá. Este es el desenlace de un acuerdo anunciado a principios de 2025 que llegó a su conclusión formal en noviembre, cuando la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) autorizó el cambio de denominación social e inscribió la modificación en el Registro Público el 28 de noviembre.
Ciento noventa y tres años de historia
Para comprender el peso de esta transformación, es necesario retroceder hasta 1832. En ese año, en Halifax, Nueva Escocia, Canadá, nació The Bank of Nova Scotia, hoy conocido simplemente como Scotiabank. A diferencia de otros bancos canadienses que se enfocaron únicamente en el mercado doméstico, Scotiabank fue pionero en la expansión internacional. Mientras que en 1900 apenas tenía 38 sucursales en Canadá, Estados Unidos y Jamaica, el banco ya pensaba en términos de una red global desde sus primeros años.
Durante las décadas siguientes, la institución abrió sucursales en Puerto Rico (1910), República Dominicana (1920) y extendió su presencia por toda América Latina. Su apetito por adquisiciones fue constante: en 1996 compró Grupo Financiero Inverlat en México; en 2001 se fusionó con el Banco Sudamericano en Chile. En Colombia, la historia fue similar: en 2011 compró Colpatria, uno de los mayores emisores de tarjetas de crédito del país en ese momento.
La llegada a Costa Rica
Scotiabank ingresó al mercado costarricense en 1995 con una propuesta dirigida inicialmente a la banca corporativa de alto nivel. Sin embargo, el gran punto de inflexión llegó en 2006 con la adquisición de Corporación Interfín, matriz del Banco Interfín. Este movimiento transformó a Scotiabank de una entidad selectiva a un banco con presencia masiva en la banca de consumo y comercial. Diez años después, en 2016, el banco compró las operaciones de banca de consumo de Citibank en Costa Rica, heredando una importante cartera de tarjetas de crédito y clientes de alto poder adquisitivo. Para ese momento, Scotiabank se había consolidado como uno de los grandes privados del país.

Durante su presencia en Costa Rica, Scotiabank desarrolló una de sus redes más robustas en la región centroamericana. A través de ambas adquisiciones acumuló sucursales, empleados y clientes. La marca se convirtió en sinónimo de solidez bancaria, respaldada por su reputación como uno de los tres bancos más grandes de Canadá.
El giro estratégico de 2025
La decisión de Scotiabank de ceder sus operaciones en Centroamérica y Colombia responde a un cambio de enfoque global. La casa matriz canadiense decidió reorientar su estrategia hacia mercados de América del Norte, priorizando Canadá, Estados Unidos y México. Para sus operaciones en regiones más lejanas, buscaba un socio regional con capacidad de gestión local y escala multilatina.
Davivienda fue el candidato perfecto. El grupo colombiano ya tenía presencia en Colombia y Panamá, y con la adquisición de Scotiabank amplió significativamente su alcance. Ahora, Davivienda Group supera los 29 millones de clientes en toda la región y los $60.000 millones en activos, reflejando un crecimiento cercano al 37%. Como parte del acuerdo, la Corporación Financiera Internacional (IFC) invirtió $150 millones para adquirir el 7,09% de Holding Davivienda Internacional, con el propósito de fortalecer la operación regional y promover financiamiento sostenible.
Davibank y lo que cambia para los clientes
Desde el punto de vista operativo, los clientes costarricenses experimentarán cambios graduales. La entidad confirmó que todos los productos y servicios continúan funcionando con total normalidad, tanto en canales digitales como físicos, sin que los clientes deban realizar trámites adicionales. Sin embargo, la integración incluye beneficios nuevos. Según el comunicado oficial, los clientes tendrán acceso a una oferta ampliada que incluye más del doble de cajeros automáticos para retiros gratuitos, una mayor red de sucursales para pagos de préstamos y tarjetas, y transferencias SINPE Móvil sin comisión hasta por ₡300.000 diarios.

Entre las novedades destacan productos dirigidos a pequeñas y medianas empresas: la nueva tarjeta débito Pyme Davibank, adquirencia con 0% de comisión durante 90 días, beneficios en tarjetas con descuentos en comercios, y acceso a experiencias exclusivas a través de la plataforma VIVE+.
Un nuevo liderazgo
La entrada en funciones fue marcada también por el nombramiento de Rodolfo Herrera Henríquez como nuevo presidente ejecutivo de Davibank. Con más de 25 años de experiencia en la industria financiera internacional, Herrera asumió el cargo comprometido con mantener al cliente en el centro de las decisiones. “Nuestro compromiso será mantener al cliente en el centro de cada decisión y acción que emprendamos, impulsando una propuesta de valor innovadora, cercana y alineada con las mejores prácticas”, expresó Herrera en el comunicado oficial.
Javier Suárez, presidente de Davivienda Group, añadió que “nos sentimos orgullosos de contar con Scotiabank como nuestro socio global. Su experiencia, sumada a la presencia multilatina y el profundo conocimiento local de DAVIbank en Costa Rica fortalece nuestra operación”.
La estructura regional consolidada
La integración refleja también una reconfiguración de los activos regionales. La nueva estructura consolida una proporción del 70% de activos en Colombia y el 30% en Centroamérica, consolidando a Davivienda como el jugador más grande de la región en términos multilatinos. Para Scotiabank, su participación del 20% le mantiene como un beneficiario estratégico de los resultados sin la carga operativa de gestionar miles de sucursales en zonas geograficamente distantes.
