La absorción de Scotiabank por parte de Davivienda Group se anunció oficialmente este 3 de diciembre, lo que consolida una de las transacciones corporativas más emblemáticas del sector financiero regional en los últimos años.
En días previos, las entidades comunicaron haber obtenido las aprobaciones regulatorias, tras casi un año de gestiones, para unir sus operaciones en Colombia, Costa Rica y Panamá.
Bajo la nueva marca Davibank, ambas operarán de forma individualizada por ahora, pero cuando la unificación total se complete en el transcurso del próximo año, serán necesarios varios ajustes tecnológicos y operativos.
¿Cuál es la pretensión de Davivienda Group con esta decisión? ¿En qué medida los clientes percibirán los cambios en su día a día cuando el proceso llegue a su punto final? ¿Qué pasará con las sucursales y colaboradores? Javier Suárez, presidente del grupo, respondió a estas y otras dudas en una entrevista con El Financiero.
− ¿Cuál es la meta de Davivienda Group con las acciones recientes? ¿Buscan ser el banco privado más grande del país?
Más que una pretensión de tamaño, nuestra meta es tener la mejor oferta para los clientes.
Con base en las capacidades conjuntas de lo que hoy es Davivienda y lo que estamos adquiriendo (el antiguo Scotiabank, hoy Davibank), nos podremos permitir entregarle a los costarricenses una oferta de valor más completa y competitiva.
Si como consecuencia de eso vamos ganando participación de mercado, magnífico; pero nuestra meta está centrada en los clientes.
No nos interesa ser los más grandes, nos interesa ser los que tienen las mejores ofertas.
− Actualmente Scotiabank mantiene un 20% de las acciones. ¿Existe posibilidad de recompra de esas acciones? ¿En qué plazo?
La operación consiste en que Scotiabank aportó sus operaciones en Colombia, Panamá y Costa Rica a la holding en Colombia denominada Davivienda Group, que controla todas las operaciones de Davivienda y ahora también las que aportó Scotiabank. Como contraprestación quedan con un 20% de las acciones.
En Costa Rica, es prácticamente 100% controlada por el grupo, pero en Colombia Scotiabank sigue como accionista minoritario.
La vocación de ellos es de permanencia a largo plazo. Existen posibilidades de que vendan algunas de esas acciones en el futuro, pero no durante los primeros años.
El plan conjunto es una alianza de largo plazo. No hay condiciones específicas en el contrato que obliguen a recomprar acciones, lo que sí son mecanismos usuales para que, si Scotiabank quisiera salir, lo pueda hacer.
− Hoy los dos bancos siguen separados, ¿cuáles son los primeros cambios que verán los clientes?
Hacemos un esfuerzo muy grande para que los clientes de Scotiabank no tengan ninguna fricción con este cambio: no tienen que cambiar plásticos de tarjetas, claves de ingreso, apps o portales digitales. Tampoco deben ir a las oficinas a hacer trámites.
Pueden seguir usando todo como lo venían haciendo, ahora en Davibank. Las tarjetas que aún digan “Scotiabank” se pueden usar en Costa Rica y en el mundo sin ninguna dificultad hasta que se venzan y deban cambiarlas.
Por el momento, ambos bancos seguirán operando temporalmente como dos entidades separadas, aunque con un mismo controlante.
− ¿Cuándo quedará completamente en firme la fusión?
Estamos avanzando hacia una segunda fase que termina en una fusión de las dos entidades en una sola entidad más robusta. Ese punto requiere, primero, autorización de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) y, segundo, un trabajo operativo y tecnológico para unificar la plataforma.
Esperamos que esto se dé en el transcurso del próximo año. Antes del cierre de 2026 deberíamos tener los dos bancos fusionados en uno solo.
− ¿Qué pasará con las sucursales físicas de ambos?
Uno de los grandes motivos es la oportunidad de crecer; con las fuerzas comerciales de ambas organizaciones, podremos atender más clientes y llegar a zonas del país donde hoy no tenemos presencia.
Seguramente consolidaremos oficinas en lugares donde no tenga sentido tener dos muy cerca. Eso sí, la expectativa es fortalecer a los equipos.
− ¿Cambiarán las condiciones de créditos o ahorros cuando se complete el proceso?
Hoy todo permanece igual: no hay cambios en condiciones de productos y es prematuro hablar de condiciones específicas para cuando lleguemos a la fusión el próximo año.
En ese momento, parte del trabajo será comparar las ofertas de valor de ambas entidades y construir una nueva para llevar mejores condiciones a los clientes.
− ¿Qué sucederá con los colaboradores actuales de Davivienda y Scotiabank?
Vamos a crear una entidad con mayor capacidad y para eso necesitamos el talento de ambas organizaciones. Estamos claros con que hay una enorme oportunidad para construir una entidad de mayor dimensión.
Tenemos experiencia en integraciones similares en Colombia y, generalmente, la entidad resultante es mejor que las dos anteriores.
Valoramos el talento de ambas partes y nuestro compromiso es usarlo para construir una organización mucho mejor. Los dos equipos van a liderar el proceso de construcción conjunta de esa nueva entidad.
− Una vez consolidada la fusión, ¿habrá un solo sitio web y una sola app para trámites en línea?
Seguramente. Hoy los dos bancos siguen operando con sus propios canales, sitios web y apps.
Algunas cosas ya se unifican, como la red de cajeros automáticos. Pero vamos hacia un punto en el que las plataformas digitales convergen en una sola, cuando los bancos se fusionen.
Las integraciones tecnológicas y operativas se harán con cuidado y con miras a que los clientes sientan mayormente los beneficios. Queremos hacerlo pronto, pero privilegiamos el cuidado para que la experiencia sea positiva.
