En un mundo hipotético donde el precio del Big Mac fuera la referencia con la que se calcula el valor de una moneda, el tipo de cambio estaría en ¢514,56. Esto, evidentemente, no es la realidad, pero es una herramienta que la revista The Economist bautizó como el Índice Big Mac y que sirve para ilustrar vagamente cuán subvaluada o sobrevaluada está una moneda con respecto a otra.
En el caso del colón, el índice dice lo siguiente: si la famosa hamburguesa de McDonald ‘s cuesta en Estados Unidos $5,15 y en Costa Rica ¢2.650, el tipo de cambio implícito sería de ¢514,56 (2.650 dividido entre 5,15). Sin embargo, el tipo de cambio real, según el promedio ponderado del mercado mayorista al 22 de julio es de ¢674,84, lo que sugiere, bajo este análisis, que el colón costarricense está subvaluado en un 24,1% con respecto al dólar o en este caso con respecto al valor de referencia que es la famosa hamburguesa en Estados Unidos.
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Este índice se inventó en 1986 como una guía ligera, sin el fin de ser un indicador preciso, para saber si las monedas están en su nivel “correcto”. Se basa en la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA), la idea de que, a largo plazo, los tipos de cambio deberían moverse hacia el monto que igualaría los precios de una cesta idéntica de bienes y servicios (en este caso, una hamburguesa) en dos países cualesquiera.
Una de las críticas que tiene este sistema es que no toma en cuenta los diferentes costos de producción que tiene cada país. Por ejemplo, cabría esperar que los precios medios de las hamburguesas fueran más baratos en los países pobres que en los ricos porque los costes laborales son más bajos, explica The Economist.
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Según el índice, solo hay cinco monedas cuyo valor está por encima del dólar: el dólar canadiense, con un 2%; la corona sueca, con un 8,5%; el peso uruguayo con 18,1%; la corona noruega, con un 21,6% y el franco suizo con un 30,3%. Ningún país latinoamericano, salvo Uruguay, tiene números positivos.
El euro, históricamente con un precio por encima del dólar pero que durante el 2022 ha estado alicaído, se encuentra subvaluado un 7,5%.
Las divisas centroamericanas también están en números negativos: el lempira hondureño está subvaluado en un 29,8% y el Quetzal guatemalteco en 34,7%. El córdoba de Nicaragua está en un porcentaje similar al colón: 24,8%. La moneda más devaluada del estudio es el bolívar venezolano, con un 65,8%.
En este enlace puede ver el índice completo y comparar otras monedas.
La devaluación del colón
Durante el 2022 el colón ha sufrido una marcada devaluación que ya venía acarreando desde inicios de la pandemia. En un punto rozó los ¢700 como promedio ponderado y entidades financieras lo llegaron a vender hasta en ¢702 durante el mes de junio. Hay que tomar en cuenta que la moneda nacional inició el año con un valor de ¢643,31 por dólar. Sin embargo, durante estos 22 días de julio ha empezado una ligera apreciación que ha dejado el tipo de cambio promedio en ¢674,84.