Supén sacó a consulta pública los fondos generacionales, un método para proteger el ROP

Los fondos generacionales, según explica el comunicado, tienen como objetivo incrementar la tasa de reemplazo —la relación entre la pensión que se recibirá y el salario de referencia—, a través de un proceso en donde el riesgo de las inversiones está definido por el grupo etario al que pertenece el afiliado.

Por ejemplo, las generaciones más jóvenes pueden asumir el mayor riesgo —y por ende mayor premio— que conllevan los instrumentos de renta variable debido a que, al estar en una etapa más tempranda de su ahorro, pueden tolerar las volatilidades del corto y mediano plazo para posteriormente recibir las ganancias del largo plazo.

Por el contrario, conforme esas generaciones envejezcan, las inversiones de sus fondos se adecuarán progresivamente a instrumentos menos riesgosos, como los de renta fija, para proteger el ahorro.

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“La estrategia para implementar los fondos estructurados según el ciclo de vida de los afiliados ha sido ampliamente analizada por la Superintendencia por medio del estudio de experiencias internacionales, del marco regulatorio y operativo existente, y de sesiones de trabajo con la industria. Este análisis permitió concluir que el modelo que resulta más beneficioso para el sistema, en términos de logro de objetivos y costo beneficio, es el de fondos generacionales”, mencionó la jerarca de Supén, Rocío Aguilar, por medio del comunicado.

Bajo el marco normativo actual, estas adecuaciones no suceden y la estrategia es la misma para toda los afiliados, sin distinción de edad.

El proyecto de acuerdo fue publicado para consulta pública en La Gaceta el 4 de octubre pasado.

Según explica la Supén, con estos fondos las personas próximas a jubilarse o ya jubiladas podrán tener una protección adicional “frente a las volatilidades que se puedan presentar en los mercados financieros producto de eventos políticos, económicos y climáticos, entre otros”.

El ROP recibió duros golpes desde el 2022 debido a una serie de variables económicas como alta inflación, aumento de tasas de interés e incertidumbre mundial. Los activos de este fondo presentaron contracciones en su valor durante siete meses consecutivos: de setiembre del 2022 a marzo del 2023.

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Este bache afectó principalmente a los jubilados debido a que disminuyó, por unos meses, la mensualidad que podían recibir. Los afiliados que hicieron un retiro acelerado o que se trasladaron de operadora de pensión también materializaron pérdidas durante este periodo de vacas flacas.

El ROP, sin embargo, ya regresó a una senda de crecimiento, como predijeron tanto la Superintendencia y las operadoras de pensiones.