La publicación del libro “Reconciliación”, las memorias del rey emérito Juan Carlos I de España, ha desatado una tormenta mediática y política desde su lanzamiento el 5 de noviembre de 2025 en Francia.
La obra de 512 páginas, escrita en colaboración con la periodista francesa Laurence Debray y que llegará a España el 3 de diciembre a través de la editorial Planeta, ha generado controversia por múltiples razones que van desde sus elogios al dictador Francisco Franco hasta sus críticas al gobierno español y su familia.
Elogios a Franco que indignan
Uno de los aspectos más polémicos del libro son las cálidas palabras que Juan Carlos I dedica al dictador Francisco Franco. El rey emérito, de 87 años, escribe: “Le respeté enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político (...). Nunca permití que nadie criticara a Franco en mi presencia”. Además, añade que Franco sentía hacia él “cierta ternura y benevolencia”.
Estas declaraciones han provocado reacciones indignadas en el panorama político español. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, calificó las afirmaciones como “vomitivas”, declarando: “Es vomitivo que, hoy en día, alguien todavía se atreva a defender o justificar al dictador”. Urtasun recordó que Franco “era un asesino” que “provocó miles y miles de muertos aún en cunetas por buscar” y ejerció su poder “con crueldad hasta el final”.
La publicación de estas memorias coincide con el 50º aniversario de la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, y la proclamación de Juan Carlos como rey dos días después, fechas que han vuelto a agitar en España los debates sobre la dictadura.

Acusaciones contra el gobierno y conflictos familiares
Juan Carlos I utiliza sus memorias para atacar duramente al gobierno de Pedro Sánchez, acusándolo de orquestar contra él “una caza de brujas” y de transformar las investigaciones jurídicas “en un juicio moral que afectaba al conjunto de mi reinado y de mi acción política”. Señala directamente a la exfiscal general Dolores Delgado como responsable de abrir causas “políticamente motivadas” que habrían presionado a Felipe VI para distanciarse de su padre.
El libro también revela las tensas relaciones familiares del emérito. Juan Carlos culpa a la reina Letizia del distanciamiento con su hijo Felipe VI y sus nietas, afirmando que ella “no ayudó a la cohesión de nuestras relaciones familiares”. Se queja de que “nunca he podido salir a solas en Madrid con mis dos nietas, Leonor y Sofía”, atribuyendo esta situación a la influencia de su nuera.
Respecto a su hijo, el emérito reprocha: “Entiendo por qué Felipe necesita ser firme como rey y mantenerme a distancia. Pero como hijo, ha sido insensible”. Esta crítica surge especialmente tras la decisión de Felipe VI en marzo de 2020 de renunciar a la herencia de su padre y retirarle su asignación económica de 194.232 euros anuales tras el estallido de los escándalos financieros.
Escándalos financieros y personales
Aunque Juan Carlos admite algunos errores, su tono en las memorias ha sido descrito como de victimización más que de arrepentimiento genuino. Reconoce que aceptar 100 millones de dólares del rey Abdulá de Arabia Saudí en 2008 fue un “grave error” o producto de “mal juicio”. Sin embargo, recalca que nunca fue imputado por ningún delito y que todos los procesos judiciales acabaron archivados.
El emérito también admite “dos deslices” extramatrimoniales, sin mencionar explícitamente a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la empresaria alemana con quien mantuvo una relación que se hizo pública tras el escándalo de la cacería de elefantes en Botsuana en abril de 2012. Aquel accidente, en el que se fracturó la cadera mientras cazaba en plena crisis económica española, marcó el inicio de la decadencia de su reputación.
Sobre Corinna, el rey emérito reconoce que tuvo un “impacto nocivo” en su reinado y vida familiar, afirmando que “ella erosionó la armonía y la estabilidad de esos dos aspectos esenciales de mi existencia”. Entre los escándalos financieros destacan los 100 millones de euros vinculados al proyecto del AVE a La Meca y cuentas en Suiza que desencadenaron investigaciones judiciales.

Autopercepción grandilocuente y falta de autocrítica
El libro ha sido criticado por su tono grandilocuente y falta de humildad. Juan Carlos afirma ser “el único soberano con poder absoluto que ha garantizado la democratización de su país” y declara: “He dado la libertad a los españoles”. Esta frase, carente de modestia según los críticos, ha sido rebatida por políticos como Urtasun, quien defendió que “la democracia no la trajo usted”, sino “miles de luchadores antifranquistas que se dejaron la piel, que sufrieron torturas y prisión”.
El periodista Ignacio Escolar criticó duramente las memorias, afirmando que “demuestran hasta qué punto Juan Carlos I vive alejado de la realidad” y que “no hay nada que haga más daño a la monarquía en España hoy en día que la figura del rey Juan Carlos I”. El diario británico The Guardian señaló irónicamente que, pese a que el título del libro sea “Reconciliación”, “parece hacer todo lo contrario”.
Un libro en medio de un aniversario conflictivo
La publicación de estas memorias llega en un momento particularmente sensible: el 22 de noviembre de 2025 se conmemoran 50 años de la proclamación de Juan Carlos I como rey de España. Sin embargo, el protagonista de aquella fecha histórica no ha sido invitado a los actos oficiales de celebración que tendrán lugar el 21 de noviembre en el Congreso y el Palacio Real, debido a su decisión de trasladar su residencia a Abu Dabi y su retirada de la vida pública oficial.
Esta ausencia clamorosa en las celebraciones del medio siglo de la monarquía parlamentaria española contrasta con el protagonismo que el emérito reclama en sus memorias, donde insiste en que la Corona española “reposa enteramente” en él y reivindica su “herencia” democrática a España.
Reacciones políticas divididas
Las reacciones políticas han sido variadas. Mientras que el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, señaló que “a muchos juancarlistas se les caerá un mito cuando lean los elogios a Franco y los ataques al Gobierno democrático”, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero intentó matizar: “La tarea de Juan Carlos en la Transición es evidente e incuestionable, pero sería un error negar lo que él mismo reconoce sobre Franco”.
La Casa Real, por su parte, ha optado por el silencio absoluto. Fuentes de Zarzuela confirmaron que Felipe VI no hará declaración alguna sobre las afirmaciones de su padre, una estrategia de distanciamiento que contrasta con la rapidez de las respuestas desde el Gobierno.
En definitiva, “Reconciliación” está causando controversia porque, en lugar de representar un ejercicio de humildad y reflexión genuina, el libro ha sido percibido como un intento de justificar decisiones cuestionables, victimizarse y reescribir su legado, mientras ataca a su propia familia, al gobierno democrático y elogia a un dictador responsable de décadas de represión. Como señaló la periodista Pilar Eyre, experta en la Casa Real, el libro contiene “tres grandes mentiras” y resulta “engañoso”, convirtiendo lo que pretendía ser un acto de reconciliación en una nueva fuente de polémica para la monarquía española.
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Este artículo fue publicado por un editor de El Financiero asistido por un sistema de inteligencia artificial.
