
En la búsqueda de empleo desde su casa es fundamental que trabaje en su marca personal pues le permitirá distinguirse del resto de postulantes y la vez le abrirá más oportunidades de acuerdo a sus necesidades.
Cada ser humano nace y se identifica con una marca personal, es un sello, la percepción que tienen las personas sobre su trabajo, sus habilidades y principalmente su capacidad para diferenciarse del resto del equipo.
En la era del talento y la tecnología, las redes sociales permiten que potencialicemos la marca personal, de manera que se obtengan beneficios en el ámbito laboral.
“Actualmente es vista como un ingrediente adicional para obtener ingresos, clientes, o hacer una transición laboral”, explica Miguel López, director de la firma consultora Recluta.
En el ámbito laboral, la marca personal se construye desde el día uno con las relaciones interpersonales. Natalia Severiche, gerente País de ManpowerGroup Costa Rica, explica que entre las características que identifican a un individuo con una buena marca personal dentro de la oficina, destacan: el trabajo en equipo, el respeto interpersonal, la colaboración, el compromiso, la constancia, la lealtad, la competitividad, la puntualidad, el entusiasmo, la ética, la buena comunicación, la iniciativa, el buen trato y amabilidad.
Para Miguel López hay tres aspectos fundamentales en la etapa de construcción: la actitud, conductas y comportamientos en el día a día, cómo se hacen las labores diarias y principalmente qué le permitimos a las personas ver a través de los canales digitales.
Presuma en sus redes sociales
Pensar que las redes sociales solo funcionan para para hacer amigos e interactuar con conocidos y familiares está equivocado. Las plataformas digitales como Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn pueden facilitar su proceso de transición laboral.
“Nuestro comportamiento digital (en redes sociales, blogs, chats, etc.) también suma o resta en la construcción, y hace parte del sello que le impregnamos a nuestra marca”, destaca Severiche.
Las redes sociales —por lo general— se utilizan como punto de referencia por las empresas en los procesos de selección, cada usuario tiene dos opciones, la primera utilizarla comúnmente sin preocuparse por qué tipo de imagen proyecta. La segunda consiste en beneficiarse de estas herramientas y aprovecharlas como un canal de promoción personal en la que destaque sus cualidades y capacidades para que las personas pueden ver en estas plataformas un reflejo de a quién van a contratar.
“Nosotros en Recluta cuando hacemos procesos de búsqueda siempre vamos a las redes sociales, al Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, a ver qué está posicionando o qué está pensando o qué está publicando esa persona”, advierte Miguel López.
Sus habilidades, sus herramientas
Las habilidades blandas son los rasgos sociales, de comunicación, de personalidad y valores de las personas.
“Nosotros tenemos un dicho, que las empresas contratan una persona por sus habilidades técnicas, pero las despiden por sus pésimas habilidades blandas. Muy bueno en lo técnico, pero es pésimo en su conducta con los demás. Generalmente en un porcentaje alto, las empresas desvinculan sus ejecutivos porque sus habilidades blandas no han sido bien desarrolladas”, comentó López
Es importante que durante el proceso de promoción de la marca personal reserve un espacio para desarrollar y mostrar las habilidades que posee, pues estas tienen un alto valor en los procesos de contratación.
En el 2019 ManpowerGroup publicó un estudio llamado “Se buscan personas: los robots las necesitan” donde especifican que los robots en lugar de reducir las oportunidades de empleo las están cambiando. Las organizaciones invierten paralelamente en tecnologías digitales y amplían sus conocimientos para que el talento humano pueda realizar funciones nuevas y complementarias a las de las máquinas.
Para Natalia Severiche la revolución de las habilidades está en pleno desarrollo, porque a medida que las plataformas de automatización y las máquinas demuestran ser mejores en las tareas rutinarias, los empleadores valoran cada vez más las competencias humanas, o blandas.
En el estudio “Revolución de Habilidades: de consumidores de trabajo a constructores de talento” aseguran que las habilidades más demandas en este 2020 incluyen: resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, gestión de personas, colaboración, inteligencia emocional, juicio y toma de decisiones, orientación al servicio, negociación y flexibilidad cognitiva.