
Los primeros días que una persona se sienta frente al volante no son fáciles: la “batidora” en la que se convierte el vehículo, los fuertes frenazos y, en algunos casos, hasta los choques contra carros o casas, son parte de la jornada.
Por estas y otras situaciones, la buena voluntad de un familiar o amigo puede no ser suficiente. En ese momento, las escuelas de manejo sacan ventaja y logran tener un negocio rentable.
Además, se convierten en una opción mucho más atractiva para los conductores porque ofrecen un servicio cada vez más completo ante la creciente competencia.
Las escuelas incorporan en su oferta desde aspectos básicos, como el préstamo del vehículo o la presencia de un instructor, hasta el aprendizaje en carro automático o manual y la opción de practicar en un plantel propio.
MiEscueladeManejo.com, Escuela de Manejo Marce, Escuela de Manejo solo para Mujeres y Nimana, son algunas de las empresas que ahora reportan buenas cifras pero que tratan de mejorar constantemente para subsistir.
“Es rentable pero es demasiada la competencia por lo que buscamos mejorar siempre, teniendo carros en buenas condiciones, enseñando con métodos no convencionales y con mucha paciencia”, explicó Marcela Mora, dueña de Escuela de Manejo Marce.
De igual manera piensa Eugenia Varela, propietaria de Solo para Mujeres, quien manifestó que hay más competencia porque no hay regulaciones y, de esta manera, cualquier persona puede cobrar por enseñar a conducir.
Asimismo, destacó que el negocio deja buenos ingresos, lo que se evidencia al poder pagar el salario de nueve instructoras.
La Dirección General de Educación Vial y la Dirección General de Tributación no tienen datos sobre la cantidad de escuelas de manejo que operan en el país, pero con solo entrar a Internet se tiene acceso al contacto de más de 40 compañías que dan el servicio.
¿Cómo son los servicios?
Hoy, las escuelas de manejo ofrecen paquetes para principiantes, intermedios y avanzados, ya sea con un vehículo manual, automático o con ambos.
En la Escuela de Manejo Marce, quienes no saben nada pagan ¢170.000 por ocho lecciones de dos horas. Mientras que las personas con mayor conocimiento, pero que desean practicar, pueden desembolsar ¢45.000.
También tienen disponible un plantel propio con las mismas características que el de uso oficial, que puede ser usado por sus clientes y los de otras escuelas. El alquiler cuesta ¢15.000 la hora e incluye a un instructor.
Otra opción dentro del mercado es Nimana, escuela que posee paquetes desde los ¢30.000 para avanzados, hasta los ¢145.000, que incluye 15 horas (11 con manual y 4 con automático).
Freddy Picado, dueño de la firma, mencionó que procura desde la primera clase (dependiendo del estudiante) que los conductores manejen en calles transitadas para que tomen mayor confianza.
La empresa Solo para Mujeres quiere dar un servicio integral que incluye clases tanto para el curso teórico como el práctico.
“Iniciamos con una inducción para que conozcan el carro, desde lo más básico, hasta poder aprender a conducir en calles, rotondas y pistas. Practicamos estacionamiento y reversa”, dijo Varela.
Cada clase consta de dos horas y tiene un valor de ¢26.000 si es un vehículo automático y de ¢22.000 en manual.
Por su parte, MiEscueladeManejo.com también prepara a sus clientes tanto para el examen teórico como la prueba práctica. La empresa no suministró los costos de los cursos a EF.
Al igual que las firmas anteriores, incluye en sus paquetes un vehículo en buen estado, apoyo de un instructor, preparación para diferentes recorridos de la prueba, práctica en un plantel similar al de uso oficial y otros.