La invitación de un amigo, en el 2009, para administrar las redes sociales del restaurante que acababa de inaugurar, encaminó a Erick Apuy Achío rumbo a lo que hoy es Bambú Capital, conglomerado propietario de las firmas Onsocialnet, dedicada a la publicidad en redes sociales, e Interaction, que desarrolla software a la medida. “Tengo ahora una agencia de publicidad digital. Yo digo que ambas empresas ofrecen experiencias creativas digitales”, describe este empresario de 25 años, quien posee una licenciatura en Contaduría Pública de la Ulacit y es bachiller en Dirección de Empresas, en la Universidad de Costa Rica.
Poco después de incursionar en las redes sociales, se percató de que el trabajo le gustaba y lo hacía bien, entonces comenzaron a llegar clientes más grandes y fue así que decidió renunciar a su empleo en el departamento de Fusiones y Adquisiciones de la firma Ernst & Young. “Me decidí por la pasión de crear algo, de tener mi propio negocio”, recuerda. El riesgo que tomó dio frutos positivos. En su primer año como gerente, el grupo alcanzó una facturación anual de $500.000; también creció la planilla que pasó de dos empleados a 20.
En su camino como empresario ha trabajado estrategias para las aplicaciones Zimp, Qué Comemos y Yuplón (Grupo Nación). Sus negocios tienen alcance regional con clientes en Centroamérica y el Caribe: Bayer, Marriott, Lincoln Plaza, Café Rey, Súper Perro, UIA e incluso asesoró a un candidato a la presidencia.
Experiencias remotas pueden dejar lecciones inesperadas. En su adolescencia Erick fue skate profesional, una faceta que le permitió incursionar en los negocios a los 19 años, con la marca de ropa RealSocie, y que a la vez, le enseñó a ser persistente y a tomar riesgos: experimentar, aprender, fallar y repetir, son cuatro palabras que todavía hoy las repite, como un mantra.