
Las dietas que carecen de ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos como pescado o huevo, tienen efectos distintos en padres e hijos, sostiene un estudio publicado en la revista Biological Psychiatry.
Los investigadores aseguran que el poco consumo de estos ácidos por parte de los jóvenes y sus padres podría explicar la ansiedad e hiperactividad en las nuevas generaciones.
Además, la deficiencia de omega-3 afecta la memoria y la cognición de los adolescentes, aseguran, pues su investigación detectó que quienes tenían más deficiencia de omega-3 aprendieron a un ritmo más lento y mostraban deterioro en sus habilidades de resolución de problemas.
“Nuestra dieta no sólo nos afecta en el corto plazo, sino que también puede afectar a nuestros hijos. La deficiencia de omega-3 influye en el comportamiento de los adultos y de los adolescentes, pero la naturaleza de esta influencia es diferente entre los grupos de edad", dice Bita Moghaddam, autor principal del artículo, en el sitio de la Universidad de Pittsburgh.
Adicionalmente, observaron cambios en las áreas del cerebro responsables de la toma de decisiones y la formación de hábitos.
"Encontramos que esta deficiencia en la dieta puede poner en peligro la salud mental de los adolescentes, no sólo porque su dieta era deficiente, sino porque la dieta de sus padres era deficiente también”, dijo Moghaddam.
“Esto es especialmente preocupante porque la adolescencia es un momento muy vulnerable para el desarrollo de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia y la adicción", agregó.