A medida que las tiendas minoristas tradicionales cierran y los locales vacantes aumentan, los arrendadores en todo Estados Unidos parecen ahora más receptivos a los arrendamientos de apenas una semana, rehuyendo el contrato típico a 10 años, incluso en lugares que alguna vez evitaban las estadías limitadas.
El aumento en las tiendas temporales, como se llama a las ubicaciones a corto plazo, está evolucionando en todo tipo de formas, y en todo tipo de lugares, incluidos centros comerciales oscuros, extiendas de abarrotes y galerías de arte cerradas, según corredores de bienes raíces, arrendadores e inquilinos.
Para los minoristas, las tiendas pueden ofrecer rentas más bajas y mucho menos compromiso. Para los dueños de los locales, la razón es igual de clara: un inquilino a corto plazo es mejor que no tener ninguno.
“Los propietarios tienen la espalda contra la pared ahora”, dijo Samantha Elias, cofundadora de Vintage Twin, una compañía de ropa de segunda mano cuyas tiendas frecuentemente aparecen de forma temporal en Manhattan. “Les digo que algo de dinero es mejor que nada, y prometo no molestarles”.

El aumento en las tiendas temporales está añadiendo otro elemento de cambio a una industria minorista que enfrenta una turbulencia por los profundos cambios en los hábitos de consumo y los nuevos competidores poderosos, especialmente en Internet. En el pasado, los inquilinos a corto plazo se enfocaban en días festivos como Halloween: los disfraces eran artículos muy buscados en octubre, pero las ventas se evaporaban una vez que el calendario daba paso a noviembre.
Pero hoy, los productos van mucho más allá de las máscaras de monstruos, e incluyen sueros para la piel, bolsos de diseñador y copas de cristal para champaña, a medida que las marcas ven a las tiendas temporales como una oportunidad para tener una rápida exposición pública o como un trampolín para algo más grande. Y aunque algunos arrendadores siguen desdeñando los contratos a corto plazo –argumentando que las rentas, que por lo general están por debajo del precio del mercado, no justifican el problema y el costo que involucra preparar un espacio–, su número está disminuyendo rápidamente.
“La tendencia se ha vuelto más prevalente en el último año más o menos”, dijo Karen Bellantoni, vicepresidenta de RKF, una firma de inmobiliaria nacional enfocada en espacios minoristas.
RKF no da seguimiento específicamente a las tiendas temporales, lo cual es también el caso con otras firmas importantes. Pero las boutiques efímeras son una parte cada vez más grande de las operaciones de los agentes de bienes raíces, incluso en Los Ángeles, San Francisco, Dallas y Nueva York. “Definitivamente estamos viendo a dueños de locales en busca de ellas”, dijo Bellantoni.
Elias afirmó que también había visto un cambio. En 2012, cuando empezó a buscar tiendas físicas para ampliar su negocio en Internet, tenía que llamar a los arrendadores directamente, dijo, porque “los corredores de bienes raíces nunca habían oído hablar de las tiendas temporales”.
Los arrendadores finalmente están dejándose convencer, dijo, pero quizá no tengan otra opción, ya que las tiendas continúan dejando de operar.
Cambio en el negocio
Pero las nuevas tiendas pueden causar que los arrendadores pierdan dinero, dijo Stephen Summers, director administrativo de Highland Park Village, un centro comercial exclusivo cerca de Dallas que está en medio de una renovación de varios años.
Elias añadió que “debe ser realmente atemorizante en este momento” para los propietarios en el barrio de SoHo en la Ciudad de Nueva York, donde han estado la mayoría de sus tiendas temporales.
A fines de 2014, Summers instaló Goop, un minorista en internet financiado por Gwyneth Paltrow, para que operara durante cuatro semanas en una antiguo local de abarrotes en su histórico complejo de techo de tejas rojas.
Ya que la tienda, con 1.858 metros cuadrados, fue considerada demasiado grande para las necesidades de Goop, Summers tuvo que construir un espacio más íntimo de 140 metros cuadrados, incluyendo probadores. Esa renovación finalmente causó que el contrato resultara poco rentable, dijo, aun cuando Goop atrajo a tantos clientes que había filas dando la vuelta a la cuadra.
Pero Summers se alegró al tener una relación con la compañía.
Goop, que ha instalado tiendas temporales en múltiples sitios, está planeando abrir locales permanentes, y Summers planea cortejar a la compañía. “Las tiendas temporales son una forma responsable de crecer”, dijo.
Como Goop, otras empresas nacidas en Internet también están buscando una presencia física, conscientes de que la mayor parte de las compras se siguen haciendo fuera de internet, y están recurriendo a las tiendas temporales para empezar.
Por ejemplo, Daniel Wellington, una compañía de relojes de seis años de antigüedad con una fuerte presencia en redes sociales, ha estado vendiendo sus piezas de relojería en parte a través de tiendas departamentales como Bloomingdale’s y pequeñas joyerías. Pero, en noviembre de 2015, abrió su primera tienda temporal en el East Village de Manhattan. Un año después, abrió una en el cercano SoHo durante dos meses. Como esa ubicación fue un éxito, Wellington firmó un contrato de arrendamiento de seis años más permanente por el mismo espacio, dijo Ola Melin, vocero de la empresa.
Wellington también tienen tiendas temporales en Boston, Miami y Honolulú, entre otras ciudades, añadió Melin.
En SoHo, donde las tiendas temporales son especialmente populares, el rango de rentas puede ser importante. Los inquilinos a largo plazo han estado pagando en algunos casos hasta $150.000 mensuales, dicen agentes inmobiliarios e inquilinos. Pero las tiendas temporales pueden conseguir contratos de $25.000 al mes. Generalmente pagan toda su renta por adelantado y aceptan irse con un aviso anticipado de unos cuantos días si se firma un contrato con un inquilino a más largo plazo.
Aunque podría ser difícil entrar en algunos edificios, otros parecen más acogedores, como el ubicado en el número 543 de Broadway en Nueva York. Ahí es donde Vintage Twin –que es propiedad de Elias y su hermana gemela, Morgan– ha estado establecida desde abril, y la cual bullía de compradores en una reciente tarde de entre semana. Una playera de concierto de colores sicodélicos de Grateful Dead de los años 90 costaba $244.

Varias tiendas temporales se han establecido en ese domicilio, un edificio de estilo Beaux-Arts, desde que Carlo Pazolini, una tienda de calzado y accesorios, cerró en 2015 después de una estadía de cuatro años.
“Para mantener el barrio vivo y vibrante, se necesita tener minoristas que ocupen el espacio, especialmente en estos días”, dijo Jared Epstein, director de la firma Aurora Capital Associates, dueña del edificio.
De manera similar, el año pasado, Aurora instaló el Broadway Market Co., una tienda temporal con varios vendedores que ofrecían bolsos, joyería y papelería, en un edificio vacante que posee cerca. Se espera que opere durante unos 18 meses.
Un edificio propiedad de Aurora en SoHo dio la bienvenida en mayo a Artists and Fleas, otro mercado con mesas y estantes de diferentes vendedores, el cual reemplazó a una tienda Armani Exchange de 929 metros cuadrados que cerró en marzo. Artists and Fleas se ha comprometido a un contrato de arrendamiento de un año, dijo Epstein.
En la búsqueda de capitalizar la epidemia de tiendas vacías en Nueva York y otras partes, han surgido algunas nuevas firmas tipo inmobiliarias, las cuales cobran comisiones a los dueños como hacen los corredores de bienes raíces y también en ocasiones a los espacios de mercado al mismo tiempo que otros agentes.
Los ejemplos incluyen a Space in the Raw, una firma de dos años de antigüedad que durante un mes el otoño pasado unió a Taco Bell con Sony PlayStation para instalar una tienda temporal en SoHo, en su primer contrato minorista en Nueva York.
También está Appear Here, una compañía británica de cuatro años de antigüedad que abrió una oficina en Nueva York en abril. Desde entonces, ha encontrado casas para decenas de tiendas temporales, dijo Ross Bailey, su director ejecutivo, incluida Mishbhv, una compañía de ropa, en East 34th Street, en una parte del Midtown donde las tiendas vacías son evidentes.
Bailey dice que contrario a la creencia popular, los adultos jóvenes quieren tocar lo que compran y también disfrutar la experiencia de las compras físicas. Además, “sería un mundo triste si todos se quedaran en casa viendo sus pantallas”, dijo.
Recientemente, Appear Here recaudó casi $13 millones en capital aventurero, elevando su recaudación total a $21 millones.
En cierta forma, las tiendas temporales, pese a su creciente ubicuidad, son como curitas sobre heridas profundas cuando se trata del problema de las obstinadas tasas de desocupación, dicen los agentes inmobiliarios.
“Las rentas simplemente son demasiado altas, y es demasiado prohibitivo en costo estar aquí”, dijo David Barreto, fundador de Cast Iron Real Estate en SoHo y alguien que alienta a los propietarios a hacer lo que se requiera para llenar los espacios.