
Grandes ciudades de Estados Unidos y Europa experimentan en los últimos años un auge en la tenencia de gatos, ya no solo entre personas mayores, como era usual, sino cada vez más entre jóvenes independientes.
En Costa Rica los perros siguen siendo las mascotas favoritas, sin embargo, ya en 2011 un estudio de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, por sus siglas en inglés), concluyó que en el Área Metropolitana había 111.000 gatos con dueño, es decir, al menos un gato doméstico por cada 24 personas.
¿Las razones? Abundan y aún si usted es fanático de los perros compartirá que algunas particularidades de los gatos son convenientes para la vida en las ciudades modernas.
Ventajas
La especialista Melania Gamboa, gerente de programas veterinarios de la WSPA Latinoamérica, considera que la popularidad de los gatos se debe, sobre todo, a su característica independencia.
“La independencia es fundamental en nuestra época, porque mucha gente trabaja y no tiene todo el tiempo necesario para dedicarle a un perro, por ejemplo”, dice Gamboa.
El veterinario Darwin Kaminsky, senior product manager de animales de compañía para la empresa Bayer, coincide y agrega que la domesticación ha avanzado hasta permitir que puedan vivir en un apartamento, sin salir, y con alta calidad de vida.
Esa capacidad significa que, a diferencia de los perros, no es necesario llevarlos a dar un paseo diario. “Los perros son animales de manada, parte de su bienestar sicológico es estar acompañado, mientras los gatos son más solitarios, pueden estar acompañados pero por lo general andan en su propio plan, es parte de su naturaleza felina”, enfatiza Gamboa.
También se limpian solos, y únicamente requieren baños en situaciones especiales.
Ambos profesionales resaltan las características físicas de los felinos domésticos: sus movimientos, la sensación de la caricia sobre el pelaje y, por supuesto, sus ojos, son atractivos indiscutibles. “Algunos, no todos, son cariñosos”, advierte Gamboa.
Cuidados
El primero es la alimentación: invierta en un alimento de calidad, pues los gatos son carnívoros y si no reciben suficientes proteínas pueden desarrollar cálculos renales.
Además, la atención veterinaria sigue siendo fundamental, a pesar de la independencia gatuna: necesita cuatro o cinco vacunas mientras está cachorro. Después, desparacitaciones cada cuatro meses y al menos un chequeo veterinario anual, además de revacunaciones. “Enfermedades como la toxoplasmosis, han sido satanizadas, pero un gato vacunado y castrado es una mascota segura”, dice Kaminsky.
En la casa, es indispensable que tenga acceso permanente al agua, a juguetes que le permitan escalar y otros para perseguir, así ejercita su naturaleza cazadora y se mantiene activo. De lo contrario, podría desarrollar una vida sedentaria y poco saludable.
Con estos estímulos y juguetes para rascar, es posible evitar daños en muebles y cortinas. “Algunos le quitan las garras a sus mascotas y eso, además de ser muy doloroso para ellos, se convierte en un motivo de estrés para ellos, porque no pueden defenderse”, explica Gamboa.
Los gatos viven más años que los perros, así que cuidar su salud cuando son jóvenes será garantía de una vejez plena, en la que seguirá siendo buen compañero.
Fanáticos ticos
Una de las páginas de Facebook ticas, exclusivas para gatos, es “Amantes de los gatos Costa Rica”. La administradora, Karolina Céspedes, la abrió en 2012 y tiene más de 3.200 seguidores. “Las principales razones para tener un gato son el espacio, porque pueden vivir bien en un apartamento, la compañía, la higiene (son más limpios) y requieren menos trabajo que otras mascotas, como un perro”, dice.
Entre los comentarios negativos están las quejas por arañazos a muebles, mientras se escucha cada vez menos la idea de que los gatos son “traicioneros”. Para el doctor Kaminsky, esa idea es un eco de las supervisiones de la edad media y la persecución de las brujas.“En esa época comenzó la creencia de que las brujas siempre tenían gatos como mascota y los usaban en pociones”, dice.
Fuente Karolina Céspedes y Darwin Kaminsky.