El empresario turístico y abogado Alberto Rodríguez Baldí, reconocido por fundar el icónico complejo de aguas termales Baldí Hot Springs Hotel Resort & Spa en La Fortuna de San Carlos, falleció este martes 9 de setiembre. Tenía 67 años.
La noticia fue confirmada por el propio hotel a través de un comunicado oficial difundido en sus redes sociales. “Su partida deja un vacío inmenso en nuestros corazones y en la historia de Baldi Hot Springs Hotel Resort & Spa, pero también nos deja un legado de visión, esfuerzo y amor por este proyecto que transformó la vida de muchos y que seguirá vivo en cada rincón de este lugar”, reza la publicación.
La empresa extendió sus condolencias a familiares, amigos y colaboradores, concluyendo con la frase “Paz a su alma”. Hasta el momento, no han trascendido detalles sobre las causas del deceso ni información sobre sus honras fúnebres.
Un legado en el turismo nacional
Nacido en Zarcero el 10 de enero de 1958, Rodríguez Baldí fue una figura clave en el desarrollo turístico de la Zona Norte de Costa Rica. Abogado de profesión, egresado de la Universidad de Costa Rica, su visión empresarial lo llevó a transformar una propiedad en las faldas del volcán Arenal en uno de los destinos de aguas termales más grandes y conocidos del país, un referente tanto para turistas nacionales como internacionales.
Baldí Hot Springs se convirtió bajo su dirección en un extenso complejo que contribuyó a la economía local, generando empleo y ayudando a posicionar a La Fortuna como un destino turístico.
La polémica con Laura Chinchilla
Más allá de su faceta empresarial, Rodríguez Baldí también tuvo una notoria presencia en la esfera pública, marcada por un enfrentamiento directo con la expresidenta de la República, Laura Chinchilla (2010-2014).
El empresario se convirtió en un férreo crítico de la gestión de Chinchilla, realizando una serie de cuestionamientos y señalamientos que derivaron en una querella por difamación interpuesta por la entonces mandataria.
El caso fue ampliamente discutido en la opinión pública por los límites entre la libertad de expresión y la protección del honor de figuras públicas, especialmente cuando las críticas se realizan en redes sociales.
En un fallo inicial, Rodríguez Baldí fue absuelto por el tribunal, que argumentó que las figuras públicas deben tener un umbral de tolerancia mayor ante la crítica social, incluso cuando ésta puede ser dura o lesiva.
Posteriormente, hubo apelaciones y al menos un acuerdo confidencial entre ambas partes para poner fin al proceso judicial, sin condena penal para Rodríguez Baldí.
Este episodio lo posicionó como una figura controversial y de alto perfil en el debate político nacional de la época.
En años más recientes, incursionó brevemente en la política partidaria, llegando a ser candidato a la vicepresidencia en las elecciones del 2022 por el partido Fuerza Nacional.