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Fiat Chrysler Automobiles, así se llamará el nuevo coloso automovilístico que ha nacido de la compra por parte del grupo Fiat de la compañía estadounidense Chrysler y que tendrá sede legal en Holanda, según decidió este miércoles el consejo de administración de la sociedad italiana.
Además, como hizo tras la fusión de su división de vehículos de trabajo, Fiat Industrial, tras comprar la estadounidense CNH, además de la sede social en Holanda el domicilio fiscal estará en el Reino Unido.
"FCA tendrá su residencia fiscal en el Reino Unido, pero esta decisión no afectará a las imposiciones fiscales a las que estarán sujetas las sociedades del grupo distribuidas en los distintos países en los que van a llevar a cabo sus actividades", puntualizó.
El nuevo grupo tendrá su cotización principal en la bolsa de Nueva York y de manera secundaria en la de Milán.
Además, el nuevo grupo destacó que todas las actividades de Fiat continuarán su misión, incluidas las estructuras en Italia y en el resto del mundo, y aseguró que no habrá impacto alguno sobre el número de trabajadores.
El pasado 21 de enero Fiat completó la adquisición del 100% del accionariado de la compañía estadounidense Chrysler, tras hacerse con las acciones que tenía el fondo VEBA, administrado por el sindicato United Auto Workers (UAW).
En junio de 2009 Fiat había firmado un acuerdo de alianza estratégica con el grupo estadounidense, por el que se hacía con el derecho de aumentar su participación en Chrysler de forma periódica si se cumplían una serie de requisitos financieros y técnicos.
"El nacimiento de Fiat Chrysler Automobiles marca el comienzo de un nuevo capítulo en nuestra historia", explicó en un comunicado el presidente de Fiat, John Elkann, quien resaltó la historia de las dos sociedades.
"Hemos tenido éxito en formar una base sólida para crear un fabricante mundial de coches con una riqueza de experiencia y conocimientos al mejor nivel de competencia", dijo Sergio Marchionne, consejero delegado del nuevo grupo.
El gigante del motor italiano Fiat-Chrysler presentó también este miércoles sus resultados del 2013 en los que obtuvo un beneficio neto de 1.951 millones de euros, lo que supone un aumento de más del doble respecto a los 896 millones del año pasado, gracias sobre todo al grupo automovilístico de Detroit.
