Buscar la felicidad a través de un camino concreto es lo que recomienda una investigadora de Stanford.
Así, según explica la psicóloga Jennifer Aaker en el sitio de la universidad, es mejor plantearse objetivos específicos de benevolencia --como hacer sonreír a alguien o el incremento del reciclaje--- que otros similares pero más abstractos --como hacer feliz a alguien o salvar el medio ambiente--.
A estas conclusiones llegaron los investigadores luego de hacer seis experimentos con 543.
“La razón es que cuando usted persigue objetivos enmarcados en concreto, es más probable que sus expectativas de éxito se cumplan en la realidad”, asegura Aaker.
En cambio, los objetivos abstractos pueden generar expectativas poco realistas cuya falta de cumplimiento, irónicamente, genere infelicidad.
La mira puesta en otros
De acuerdo con los investigadores, proponerse hacer a los demás felices es una manera bastante efectiva de conseguir la propia felicidad.
“Los resultados del estudio muestran que realizar actos destinados a mejorar el bienestar de los demás da lugar a una mayor felicidad en quien los realiza, cuando estos actos están asociados con objetivos concretos”, aseguran.
Además, consideran que esto puede aplicarse al mundo de los negocios.
“Consideremos, por ejemplo, una zapatería que promete que, si un cliente compra un par de zapatos, donarán otro par a un niño necesitado”, detallan.
Este tipo de campañas harán que los consumidores se sientan más satisfechos al comprar en esa zapatería que en otra.