Cada vez son más las personas en Costa Rica que optan por llevar a sus mascotas a otro país por vía aérea, ya sea por motivos de mudanza, viajes o alguna situación especial que lo requiera.
Este fenómeno experimentó un notable impulso después de la pandemia por Covid-19, cuando las restricciones y la incertidumbre limitaron temporalmente la movilidad y provocaron un registro más bajo en el traslado de animales. Desde entonces, la demanda se duplicó.
El auge se atribuye al aumento en la adopción de mascotas, una mayor tendencia a considerarlas parte de la familia, más hoteles y aeropuertos pet-friendly, y políticas de viaje más flexibles pospandemia.
No obstante, trasladar una mascota al extranjero no es tan sencillo como comprar un boleto e irse; el proceso implica cumplir con estrictos requisitos sanitarios y legales que garantizan la salud y el bienestar del animal, así como la seguridad sanitaria del país de destino.
Mayor demanda después de pandemia
De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), el traslado aéreo de mascotas mantiene una tendencia al alza. En 2019 registró el ingreso de 725 animales y, aunque el 2020 estuvo marcado por las restricciones sanitarias para contener la pandemia de Covid-19, la disminución fue reducida, con 687 contabilizados.
A partir de 2021 la actividad comenzó a repuntar con incrementos sostenidos año tras año. El 2024, último año con datos completos, alcanzó el máximo de 1.808 animales trasladados; es decir, 163% más que en 2020. Este crecimiento se dio de forma gradual, con aumentos anuales que oscilan entre 200 y 400 mascotas.
Al corte de julio de 2025, el primer semestre del año actual, 1.324 animales viajaron de esta forma, lo cual supera cualquier cifra previa a 2021. Si el comportamiento continúa similar hasta el cierre de año, puede cerrar con un número tres veces mayor al reporte prepandémico, además de superar ampliamente al del 2024.
A lo largo de todo el período analizado, entre 2019 y 2025, los perros dominaron los viajes con un promedio de nueve veces más registros en comparación con los gatos. No obstante, el crecimiento porcentual para ambos no dista demasiado: el de los perros fue de 152% y el de los gatos 132%.
Trámites
En su sitio web, Senasa advierte que todo traslado de perros o gatos al extranjero comienza con un examen veterinario, del cual se obtiene un certificado de exportación. Este documento debe cumplir con los requisitos del país de destino y, además, ser validado y firmado por la misma institución para adquirir carácter oficial.
Por tanto, el proceso empieza justamente con una visita al veterinario. Este chequeo, que debe realizarse dos semanas antes del vuelo, asegura que la mascota esté en buenas condiciones y con todas sus vacunas al día. También es obligatorio aplicar un tratamiento antiparasitario al menos 15 días antes de la fecha de salida.
Con estos pasos completados, el siguiente movimiento es acudir a las oficinas de Senasa, ya sea en Heredia o en cualquiera de sus sedes regionales, para gestionar y firmar el certificado oficial. El trámite implica el pago de una tarifa de ¢17.000.
Otros detalles, como si la aerolínea cobra o no un boleto para la mascota, condiciones específicas de transporte según su tamaño y tipo, deben coordinarse directamente con la compañía aérea.
En cuanto a la vigencia, el certificado es válido por 21 días si el destino es Centroamérica. Este mismo documento sirve para el retorno, aunque se recomienda verificar los requisitos del país visitado, ya que en algunos casos es necesario repetir el trámite para volver a ingresar a Costa Rica.
En destinos como la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, conformada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) o Reino Unido, las reglas son todavía más estrictas.
Algunos requisitos de la lista incluyen la implantación de un microchip antes de la vacunación antirrábica, la aplicación de esa misma vacuna a partir de las 12 semanas de edad, un análisis de sangre 30 días después que confirme la presencia de anticuerpos y una espera obligatoria de tres meses antes de poder viajar, entre otros.

El tránsito vía aérea dentro Costa Rica, incluso por menos de 24 horas, también está regulado: el propietario debe pasar por un Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) para tramitar la Autorización de Tránsito Internacional (ATI).
De no seguir estas disposiciones, pueden surgir inconvenientes que atenten contra la seguridad del animal. Senasa menciona como ejemplo el caso de Luno, un perro que fue retenido en el aeropuerto de Madrid debido a documentos emitidos en Nicaragua que no cumplían con la normativa europea. El animal debió permanecer en custodia, lo cual generó preocupación y gastos adicionales a sus dueños.
Tarifas
Varias aerolíneas, según sus sitios web, ofrecen facilidades para quienes desean viajar con sus mascotas, pero cada una establece sus propias condiciones, restricciones y tarifas.
Por ejemplo, Iberia permite llevar a bordo una mascota por pasajero siempre que el peso combinado del animal y el dispositivo donde se transporta no supere los 8 kilogramos (kg). En caso de que la mascota viaje en la bodega, aceptan perros y gatos, pero excluyen ciertas razas braquicéfalas (como Bulldog y Shar Pei) y consideradas “peligrosas” por ellos.
Además, el medio de transporte debe ser resistente, ventilado y lo suficientemente amplio para que el animal pueda moverse con comodidad. En la misma jaula pueden viajar hasta dos animales adultos que estén acostumbrados a convivir, o tres cachorros de la misma camada. Las tarifas varían entre $65 y $405 según el vuelo, las conexiones y las características de cada mascota.
Alaska Airlines permite a aquellos animales que quepan en un transportador ubicado debajo del asiento viajar en cabina. El costo para este servicio es a partir de $100. Por su parte, United Airlines no tiene restricciones específicas de peso o raza, pero exige que las mascotas viajen en transportadores de estructura rígida o blanda, con tarifas que comienzan en $150.
Copa Airlines acepta solo perros pequeños y gatos como mascotas en cabina, y la jaula donde van reemplaza el equipaje de mano del pasajero. El precio por viajar con mascota arranca en $125 más impuestos. En el caso de Delta Air Lines, también atiende casos específicos como mascotas que viajan con sus crías o cachorros del mismo tamaño y raza, con tarifas que oscilan entre $75 y $200.
En todos los casos, las aerolíneas recomiendan verificar con anticipación la documentación sanitaria, las vacunas requeridas y los permisos necesarios para evitar inconvenientes durante el viaje. También sugieren reservar el espacio para la mascota con suficiente tiempo, ya que el cupo en cabina suele ser limitado y, en algunos casos, está sujeto al orden de llegada.