El editorial titulado “La lentitud de Internet veloz” invita a reflexionar sobre algunos aspectos regulatorios y de políticas públicas aplicables al acceso a Internet como instrumento clave para el desarrollo nacional y el mejoramiento de la competitividad de nuestro país.
Coincidimos en la necesidad de trabajar con derroteros claros en cuanto a los objetivos de alcanzar banda ancha en el país, sin embargo es importante destacar que el enfoque debe ajustarse un poco al verdadero “cuello de botella” que está experimentando el país con respecto al acceso a servicios más veloces y estables de transmisión de datos.
El Plan Nacional de Desarrollo de Telecomunicaciones (PNDT) definió varios lineamientos que convergen en la necesidad de alcanzar mayor calidad en la conectividad: se logra con infraestructura suficiente, con condiciones de niveles de servicio y precios competitivos para las diversas soluciones al usuario.
En Costa Rica se ha dado un despliegue significativo de fibra óptica por empresas privadas, con más de 10.000 kilómetros desplegados.
Existe un sistema de backhaul apropiado para conectar varias redes y abastecer las necesidades de un mercado que pueda demandar y optar por un servicio ultraveloz.
Sobre el tema de la accesibilidad de precios, sin duda es un tema que aún no ha sido abordado por las autoridades, con la intensidad necesaria.
Se definió la política pública en el PNDT, pero les ha costado ejecutar acciones para que el mercado se desarrolle y genere esa demanda de servicios de banda. Con mejores precios mayor cantidad de personas tendrían acceso a banda ancha, mejorando el posicionamiento en los ranking internacionales.
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