Costa Rica fue elegido por el Secretario de Estado de los Estados Unidos (EE. UU.), Anthony Blinken, como el primer país interamericano en ser visitado y el número 15 a nivel mundial. Como él mismo lo mencionó, esta elección no es una casualidad sino una decisión intencional.
Esta es una señal clara de que la estrategia para Centroamérica de Biden no va a limitarse al problema migratorio del Triángulo Norte, sino que será también una estrategia proactiva que incluya temas claves como: la mejora del clima de negocios y la promoción de inversiones, la transición hacia energía limpia, la inclusión digital y financiera, entre otros temas.
Costa Rica debe tomar esta señal y nuestra reciente inclusión en la OCDE, para liderar la agenda regional e influenciar el avance en tres temas claves:
Evolución del “reshoring” al “nearshoring”: necesitamos que Estados Unidos amplíe los incentivos fiscales para que las empresas estadounidenses puedan reubicar sus operaciones no solo en el territorio estadounidense, sino también en México, Centroamérica y el Caribe.
Reformas estructurales al comercio: es clave que EE. UU. esté dispuesto a realizar reformas significativas que reduzcan las barreras al comercio regional y a la integración de cadenas de valor.
Inversión en iniciativas de cambio climático y sostenibilidad: Biden ha dicho que incluirá a Centroamérica y el Caribe en sus programas e inversiones de energía limpia y cambio climático. Este es un tema en el que como país tenemos una ventaja competitiva que aprovechar.
Además de la importancia en el corto plazo de recibir vacunas, debemos enfocarnos en la agenda estratégica de mediano y largo plazo. Para esto, es necesario formar grupos de trabajo bilaterales y regionales que incluyan no solo a funcionarios de gobierno sino también del sector privado y la sociedad civil. La visita de Blinken nos dio en el pitazo de salida una primera ventaja, ahora es momento de ser muy proactivos y aprovecharla.