De acuerdo con las últimas cifras de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), de enero a setiembre del 2017 Costa Rica exportó bienes por $8.089 millones, $636 millones más que en el mismo período del año anterior.
Nuestras exportaciones abarcan 4.114 productos y 2.358 empresas. Los bienes agrícolas y los dispositivos médicos continúan siendo los rubros más importantes, representando el 27% y el 26% del total exportado, respectivamente.
Los principales mercados de destino son, por su orden, Estados Unidos con un 44%, la Unión Europea con un 22% y Centroamérica con un 22%.
Según Alexánder Mora, ministro de Comercio Exterior, el crecimiento del 9% en las exportaciones de bienes a setiembre del 2017, en relación con el período equivalente del año anterior, representa el crecimiento más alto de los últimos seis años.
Dentro de la amplia gama de bienes exportados, algunos han contribuido de manera especialmente significativa al dinamismo exportador: los dispositivos médicos, que se han acelerado en la última década; la piña, que ha aumentado gradualmente su participación; la yuca, el chayote y otras frutas tropicales.
Según los datos de Procomer, el banano se mantiene como producto líder a lo largo de la última década, con una participación cercana al 8% en las exportaciones. Pero en dispositivos médicos se aprecia un crecimiento y dinamismo muy importantes; por ejemplo, las prótesis de uso médico, que significaban un 0,16 % de las exportaciones en el 2007, a setiembre de este año representan un 2,94%.
En cuanto a mercados de destino, cabe destacar el caso de Europa, que de enero a setiembre sumaba $1.753 millones en exportaciones.
El Ministro destaca algunas acciones que han incidido: se suscribió un convenio con un importante promotor comercial europeo; se amplió la presencia en ferias comerciales internacionales, para lo cual se destinó más presupuesto y se incluyó a una mayor cantidad de productores; se fortalecieron oficinas con representantes comerciales de Procomer.
El fortalecimiento de las exportaciones se da también por el proceso de maduración del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (AACUE), que ya tiene cinco años de estar en vigor, lo que nos hace ver la importancia de los tratados comerciales como medio de asegurar y promover el acceso a mercados.
Nuestras exportaciones a la Unión Europea muestran un repunte sostenido a lo largo de la última década. En el 2007 Costa Rica registraba $847 millones a setiembre. En el 2012, año en que empezó a regir el AACUE, esa suma fue de $1.309 millones. Y en el presente año, a setiembre la cifra alcanza los $1.753 millones como se indicó.
Analistas destacan que las buenas perspectivas externas implican una importante fuente de ingresos, divisas y empleos, inyectan dinamismo y compensan la caída de la demanda interna.
En la industria de dispositivos médicos, una que ha dinamizado las exportaciones y la economía nacional, un ejemplo digno de destacar es el caso de Edwards Lifesciences, una multinacional que opera desde julio de 2016. La empresa identificó ventajas competitivas en el país, por lo que decidió construir una nueva planta de fabricación de válvulas cardíacas.
Entre las ventajas que resalta la empresa están la calidad de la mano de obra, el régimen de zonas francas y la estabilidad económica y política, que han sido clave para sus planes de expansión. En los próximos años prevén abrir más de mil empleos, incluyendo operadores, supervisores, logística, finanzas, ingenieros en instalaciones y mantenimiento, entre otros.
Este y otros casos de éxito nos recuerdan que nuestro mercado interno es demasiado pequeño, por lo que la integración a la economía mundial es indispensable, y que necesitamos trabajar fuertemente por ampliar los mercados de destino de nuestras exportaciones.
Europa se consolida como el segundo mercado de exportación, pero su potencial es aún mayor, al igual que el de otros destinos como Asia y Suramérica, poco explotados hasta el momento.
Y todo esto nos recuerda también que debemos trabajar por mejorar el ambiente de negocios y los servicios públicos ligados a las inversiones y exportaciones.
Muy bien por los esfuerzos que señala el ministro de Comercio Exterior en materia de promoción comercial. Pero muchos de los límites que enfrenta la Costa Rica exportadora son domésticos, autoimpuestos. Lastres que afectan nuestra competitividad y nos impiden atraer más inversión y multiplicar aún más nuestra capacidad exportadora, como la deficiente infraestructura, el exceso de burocracia y trámites, las altas tarifas eléctricas, el desfase de la educación técnica y profesional con las necesidades reales del mercado laboral, nos ahogan. Y en eso, lamentablemente, seguimos avanzando muy poco.