Durante el mes de setiembre la Organización para la cooperación y el desarrollo económicos (OCDE) emitió su más reciente reporte denominado “Gobernando con inteligencia artificial, situación actual y futura de las funciones gubernamentales esenciales”. Si bies cierto, el reporte es extenso respecto de varias funciones de los gobiernos, hoy nos enfocaremos en la sección destinada al uso de la inteligencia artificial (IA) en la administración de los impuestos.

Principal uso de la inteligencia artificial por las administraciones tributarias
El reporte de la OCDE actualiza la encuesta realizada a las administraciones tributarias respecto de la implementación del uso de IA, obteniendo los siguientes resultados:
- 79% de las administraciones tributarias utilizan IA para la detección de evasión y fraude fiscal
- 55% utiliza la IA para generar asistentes virtuales que orienten a los contribuyentes.
- 45% utiliza la IA para asistir a los directores en la toma de decisiones administrativas.
- 45% la utiliza para obtener recomendaciones de planes de acción
- 14% utiliza la IA para asegurar la integridad de los sistemas y procesos de la administración
- 10% la utiliza para la generación automática de información personalizada para los usuarios.
Mejorando el cumplimiento y la detección de evasión y fraude
Sin duda, uno de los usos más populares de esta tecnología es mejorar el cumplimiento tributario y facilitar la detección temprana de evasión y fraude fiscal.
El uso de la inteligencia artificial en estos campos está enfocado a la detección de patrones de comportamiento, así como el análisis de distintas bases de datos, que usualmente ya están a disposición de las administraciones tributarias, que permitan ligar transacciones, propiedades y contribuyentes, determinando así posibilidades de incumplimiento en el pago de los impuestos.
Adicionalmente, el uso de esta tecnología no se limita solamente a la información que poseen a lo interno las administraciones tributarias, sino que también analiza la información externa de los contribuyentes, tales como sus páginas web o publicaciones de redes sociales, con el objetivo de detectar redacciones que puedan sugerir actividades que no estén pagando sus impuestos.
Actualmente, algunas administraciones tributarias alrededor del mundo poseen herramientas de IA tan sofisticadas que permiten el monitoreo en tiempo real de mapas satelitales con el fin de detectar construcciones o remodelaciones importantes no reportadas ante el fisco.
IA en la asistencia en los procesos de toma de decisiones administrativas
Con el fin de optimizar procesos administrativos, algunas administraciones tributarias están automatizando ciertos de sus procesos internos, tales como la clasificación de casos. De esta manera, la IA se encarga de diferenciar casos complejos, donde es necesario el criterio más experimentado de los funcionados, de los casos más básicos y recurrentes que pueden resolverse de manera estandarizada.
Mejorar los procesos de evaluación de riesgos y los servicios al contribuyente
Uno de los aspectos clave en el uso de IA, es la capacidad para analizar datos con el fin de identificar y priorizar riesgos tributarios.
La IA permite procesar grandes volúmenes de datos de los contribuyentes y crear perfiles de riesgo sobre los mismos. Estos perfiles ayudan a las administraciones tributarias a identificar más rápidamente posibles incumplimientos y a enforcar sus recursos en ellos.
Ahora bien, el uso de IA no debería enfocarse solamente en el uso interno de las administraciones tributarias, sino también debería ayudar a los contribuyentes.
Buscando este objetivo, la creación de herramientas de IA que permiten atender consultas básicas de los contribuyentes, tales como status, fechas de pago e inclusive estados de cuenta en tiempo real, han venido siendo desarrollados.
Así mismo, la IA ha facilitado la precarga de ciertas declaraciones de los contribuyentes, después de analizar gran cantidad de sus datos, esto ayuda a mejorar la precisión de las declaraciones y simplifica los procesos de presentación, reduciendo así el tiempo que invierten los contribuyentes en su cumplimiento tributario.
Gestión de riesgos y desafíos
En el tema de la implementación de la inteligencia artificial no todo es color de rosa, y claramente la administración tributaria presenta un entorno muy exigente para la integración de dicha tecnología. El informe de la OCDE sugiere tres factores críticos en la implementación de la IA:
- Garantizar la protección y la privacidad de los datos: claramente las administraciones tributarias tienen acceso a datos sumamente sensibles y confidenciales de los contribuyentes. Siendo así, tiene la obligación de proteger que dichos datos se mantengan privados y confidenciales. El reto en el uso de la IA radica en poseer una gobernanza y marco legal que se adapte al uso de esta tecnología.
- Garantizar los derechos de los contribuyentes: la posibilidad de interponer los recursos disponibles para los contribuyentes, de manera que se puedan impugnar las decisiones de las administraciones tributarias. Los casos que hayan sido determinados a través de IA deben ser explicables y transparentes.
- Mantenimiento de la confianza: no se puede olvidar, bajo ninguna circunstancia, que las administraciones tributarias dependen en gran media del cumplimiento voluntario de los contribuyentes, esto exige una confianza por parte de estos, de que existe imparcialidad y equidad en los procesos administrativos.
El caso de Costa Rica
En Costa Rica, el nuevo sistema de cumplimiento TRIBU-CR representa un reto no solo para los contribuyentes, sino también para la Dirección General de Tributación. Existen muchas promesas que aún están pendientes de ocurrir, pero todos los análisis que han sido anunciados, las eventuales declaraciones prellenadas y los perfiles de riesgo más aterrizados, son algunos de los temas que, en caso de utilizar herramientas de IA, deberán ser transparentemente explicados y expuestos, de forma que los contribuyentes tengan la posibilidad de entender claramente los mismos y actuar conforme las leyes les asistan.
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Alonso Erak es director de Fiscalidad Internacional de Grant Thornton.