Opinión

La peligrosa seducción del victimismo en la política

Atribuir la culpa a “otros” es una táctica política tentadora para ganar apoyo. Sin embargo, esta estrategia de victimismo a menudo empeora las cosas y daña a quienes busca proteger.

EscucharEscuchar

Es posible que hoy la estrategia más sencilla para un político decidido sea dirigirse a votantes descontentos diciéndoles que son víctimas: de las políticas sesgadas de las élites gobernantes, de las maquinaciones de otras colectividades, de la astucia de los extranjeros. Esto se aplica sobre todo cuando los descontentos son una franja fácilmente distinguible y (en general) numerosa dentro de la población votante, y cuando los acusados no votan, o forman una fracción pequeña del electorado. Mientras se pueda culpar a otros, el político decidido no tendrá que pedir nada a los votantes descontentos; bastará prometerles que su condición de víctimas se terminará.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.