Costa Rica se convirtió en el sexto país del mundo en iniciar la vacunación de su población contra el COVID-19. Esto nos debe llenar de orgullo. Sin embargo, la pregunta más relevante es: ¿Cuándo tendremos “inmunidad de rebaño” en Costa Rica y por ende, ¿Cuándo podremos estar tranquilos frente al virus? Esto sucederá según datos de la Comisión Nacional de Vacunación a más tardar en noviembre de este año, cuando se espera haber vacunado a un 80% de los adultos del país (3,6 millones de personas).
Afortunadamente, ya están funcionando en el país 121 puntos de vacunación de la CCSS y estos van en aumento. Según datos de la Institución, el ritmo de vacunación está solamente limitado por la cantidad de vacunas que el país recibe y no por factores internos. De hecho, en el 2020 se logró vacunar contra la influenza a 1,3 millones de personas en tan solo un mes y medio.
Lo más interesante de nuestro plan de vacunación, es que los primeros resultados se darán a medianos de 2021 en términos de reducción significativa en las tasas de hospitalización y muertes por COVID-19. Es ahí donde verdaderamente podremos empezar a ver el impacto positivo en salud y también en reactivación económica y prosperidad para la población.
Sin embargo, no debemos perder la vista de países modelo como es el caso de Israel. Este país se ha comprometido a vacunar rápidamente a toda su población a través de un convenio con una empresa farmacéutica en el que compartirán con ellos los resultados clínicos del proceso. De hecho, a la fecha ya han logrado vacunar a un 25% de su población en comparación con otros países líderes como Emiratos Árabes Unidos (17%) e Inglaterra (6%).
Como ciudadana quiero aplaudir la labor de la Comisión de Vacunación y especialmente de la Caja (CCSS). Es precisamente en tiempos tan retadores como los que vivimos, cuando los verdaderos líderes sacan la casta y trabajan duro para que Costa Rica sea nuevamente ejemplo para el mundo.