El vicepresidente del Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB), Ian Mackintosh, participó en la conferencia de la Fundación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), en Johannesburgo, Sudáfrica, sobre la viabilidad de las normas de contabilidad mundiales.
Los esfuerzos para lograr normas contables globales comenzaron en 1973 con la creación de la International Accounting Standards Committee (IASC), cuerpo antecesor del IASB. La adopción global de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) no se ha completado, pero su calidad ha sido validada por más de una década.
Mackintosh discutió el progreso alcanzado con las normas de contabilidad mundiales. Explicó que 81% de los países encuestados exigen el uso de las NIIF para todas o la mayor parte de las compañías que cotizan en bolsa, y que la mayoría de los países restantes que están por exigir el uso de las NIIF para fines nacionales, ya permiten el uso en ciertas circunstancias. Estas evidencias indican que las normas mundiales son convenientes, alcanzables e inevitables. A medida que la globalización económica avanza rápidamente, también avanzará con rapidez la fuerza de los argumentos a favor de la adopción de las NIIF.
Mackintosh continuó discutiendo los esfuerzos de convergencia del IASB con el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera de los Estados Unidos (US FASB) y examinó los éxitos y fracasos del proyecto.
El objetivo del programa de convergencia fue el trabajar juntos para mejorar los NIIF y US GAAP (estos últimos son los principios de contabilidad generalmente aceptados en Estados Unidos) contribuyendo así acercar cada vez más ambos estándares.
Convergencia necesaria
Este programa de convergencia ha tenido cierto éxito y también algunos fracasos. En muchas áreas importantes, el IASB y los Estados Unidos han logrado alinear los diferentes requisitos, tales como en la contabilidad para la combinación de negocios, medición del valor razonable y, más recientemente, en el reconocimiento de los ingresos. Estos logros no deben obviarse, porque han mejorado la calidad y comparabilidad de la información financiera alrededor del mundo.
Mackintosh enfatizó que la convergencia no puede sustituir la adopción, y que la “falla estructural” de la convergencia es que los consejos independientes tienen diferentes imperativos. El FASB prioriza la retroalimentación de los miembros estadounidenses, mientras que el IASB sopesa la retroalimentación de todo el mundo, incluido los Estados Unidos, lo que lleva a que los consejos lleguen a conclusiones incompatibles.
Concluyó que la globalización ocurrirá cuando los países tengan suficiente confianza en los procesos, criterios y actividades de extensión del IASB.