¿Cómo te sientes en tu lugar de trabajo? Puedes expresarte con libertad, canalizar ideas, sentimientos, pensamientos, sin temor a ser juzgado(a); ¿es un espacio confortable, donde sientes que puedes ser tú mismo o tú misma; o por el contrario, es un lugar donde no percibes esa libertad y el callar se convierte en una norma y en lo social y culturalmente aceptado?
Además, ¿cómo haces sentir a los demás en tu espacio de trabajo? ¿Hablas con respeto y cortesía, permites que las personas se expresen tal cual, sin temor a ser juzgadas o recriminadas, aun cuando piensen de una forma diferente a tus convicciones e ideales?
Estas preguntas son sumamente importantes de responder, porque nos darán las claves para conocer cómo es el clima de nuestra organización, si existe un buen ambiente de trabajo o si por el contrario es un ambiente tóxico, donde las personas se sienten mal, inseguras, desprotegidas.
Hoy en día, el ambiente de trabajo es uno de los aspectos más relevantes en la retención del talento humano, los colaboradores(as) de las empresas realmente aprecian el sentirse valorados y apreciados en un ambiente de confianza. Lo anterior es un aspecto fundamental del salario emocional.

Hay un concepto que se entrelaza particularmente con el sentir de los colaboradores(as) y el clima o ambiente laboral, y ese concepto es el de seguridad psicológica.
¿Y qué es la seguridad psicológica? Seguridad psicológica puede comprenderse como la condición y la posibilidad de expresarse con naturalidad y libertad, manteniendo la autenticidad, sin temor a represalias, burlas o discriminación. Este es un elemento que ha tomado mucho auge en los entornos laborales, y más aún después de los efectos de la Covid- 19, donde las necesidades mentales y emocionales han sido más visibilizadas, sabiendo que el aspecto psicológico influye de manera importante no solo en el estado anímico de los colaboradores (as) y los equipos de trabajo, sino además en su desempeño.
Lastimosamente, según un estudio de Betterfly, el 60% de los trabajadores en Latinoamérica carece de un espacio laboral con seguridad psicológica. Adicionalmente, el 67% de los empleados no se siente reconocido por su buen desempeño.
Los porcentajes anteriores reflejan que en muchas organizaciones las personas no tienen la confianza de expresar sus ideas, opiniones y sentimientos, lo anterior es muy preocupante, por diferentes motivos. Uno de ellos es que, en mucho, el desarrollo y la sostenibilidad de una organización precisamente proviene de las ideas innovadoras que los colaboradores(as) tienen a partir de sus procesos creativos, y es muy difícil promover e incentivar la creatividad en un espacio laboral que no ofrece seguridad psicológica.
Adicionalmente, esto limita la comunicación de situaciones que son peligrosas, inadecuadas y/o costosas, y que podrían suponer un riesgo para la organización o para los equipos de trabajo, por ejemplo, una mala praxis, un error involuntario, robos, críticas, calumnias, entre otros.
Por ende, la seguridad psicológica se convierte en algo crucial para el orden y estabilidad de las empresas y para promover un buen ambiente laboral.
En síntesis beneficios puntuales de la seguridad psicológica son:
- Sensación de libertad, confianza y autonomía.
- Contribuye a la innovación, la creatividad y la versatilidad.
- Genera un ambiente laboral de respeto, colaboración y confianza.
- Promueve mayor unión en los equipos de trabajo.
- Contribuye a la solidaridad ante las diferentes realidades sociales dentro de la empresa.
- Impacta positivamente la reputación organizacional.
- Previene de riesgos psicosociales, ocupacionales y económicos.
- Colabora con procesos de transformación cultural.
- Mejora el clima organizacional interno y de vista al cliente.
Adicionalmente, la seguridad psicológica promueve la salud mental dentro de las organizaciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Muchas personas llegan a su trabajo sin creer en sus cualidades, dones y talentos; y es a partir del trabajo de sus líderes que logran desarrollar su potencial, alcanzando un mayor crecimiento y desarrollo. Otras personas que padecen algún tipo de trastorno de índole mental, o que están pasando por un duelo, por una pérdida o por alguna otra situación difícil, logran salir adelante y encontrar en sí mismas la capacidad para aprender del dolor y superarlo, a partir de los recursos que brinda su empresa, como por ejemplo, servicio de psicoterapia, talleres en autocuidado, gestión del estrés, entre otros.
Porque es la realidad, en las organizaciones muchos de los colaboradores(as) están pasando por alguna situación difícil de índole mental. Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas viven con trastornos de salud mental (OMS 2025).
Cuando las personas encuentran en su trabajo no solo un lugar para desempeñarse laboralmente, sino también un espacio para aprender, para hallar una respuesta, una solución, una salida, se sienten mucho mejor, con mayor lealtad hacia la empresa, con más alivio y libertad y con mayor capacidad para concentrarse, trabajar, resolver, crear e incluso con mejor ánimo para tratar a los clientes.
Son estos espacios de trabajo, donde no se estigmatiza ni se señala, donde las personas pueden tener la confianza de expresar sus ideas, emociones y dificultades, porque saben que en su trabajo encuentran una red de apoyo. Este es el concepto de una organización humanizada, con seguridad psicológica, solidaria y mentalmente saludable. Todo esto lleva solo a un camino, el del éxito organizacional.
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La autora, Verónica Gutiérrez, es psicóloga, ‘coach’ y consultora.