Incorporar aspectos ambientales y certificarse en esta materia le traerá a su negocio la aprobación de un sector de consumidores preocupados por estos asuntos, quienes tendrán más interés de comprarle, y le ayudará a ser una pyme más productiva y generar ahorros.
Existen al menos tres certificaciones por las que podrá optar a medida que la pyme avanza en su proceso de ser más consciente en el campo ambiental.
Aunque esto tiene un costo, el negocio gana en mejorar su producción y en obtener reconocimiento, ya que una megatendencia actual es la de contar con certificaciones de calidad.
Una pyme ecológica
¿Qué puede hacer para convertirse en una empresa ecológica?
Enrique Meza, gerente del programa de crédito de Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible, menciona que las pymes pueden empezar a implementar buenas prácticas como:
-Manejar adecuadamente sus residuos (por medio del reciclaje, por ejemplo)
-Disminuir su consumo energético a través del uso de energías alternativas
- Emplearenvases y etiquetas oxo-biodegradables, que se degradan más rápido
En fincas agrícolas también hay que incoporar la instalación de un biodigestor, para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
“Además de evitar la contaminación, ese gas se puede usar en la producción: el calentamiento de alguna fase del proceso (de la empresa) o el calentamiento de una cocina”, ejemplifica Meza, quien es agrónomo.
Algunos beneficios de incorporar el asunto ambiental en su negocio:
-Acceso a nuevos mercados, tanto a nivel nacional como internacional. “A nivel nacional ya la gente está haciendo consciencia de que los productos orgánicos o que han sido manejados de forma responsable desde el punto de vista ambiental son productos que la gente empieza a buscarlos más, a pesar de que tienen mayores precios. También por el tema de salud”, comenta Meza.
-Ahorros en costos de electricidad (a raíz del aprovechamiento de la luz natural, uso de luminarias LED), disminución de costos por el uso del agua (hay empresas que la reutilizan para ciertos procesos) y reducción del consumo de combustible.
Certificaciones
Algunas certificaciones que pueden valorar son:
-Certificaciones orgánicas: Están especialmente enfocadas en las empresas que se dedican a la agricultura. Requiere un proceso de transición en el cual se empiezan a implementar cambios para disminuir el uso de agroquímicos.
Es un proceso paulatino, no abrupto, señala Meza. Se realizan evaluaciones por las instancias certificadoras hasta comprobar que la pyme realmente produce de forma orgánica.
-Certificación de carbono neutralidad: Amerita un procedimiento de medida de la huella de carbono y plantear una estrategia para reducir las emisiones y mitigarlas.
“Eso implica a veces cambios en los sistemas de producción, cambios en el equipo, cambios en luminarias”, dijo Meza.
-Certificación ISO 14.000 (Sistema de Gestión Ambiental): Puede ser útil para las pymes medianas o aquellas que tienen una mayor organización interna.
Es un proceso más lento y costoso, que significa un cambio en los procesos productivos para que sean más eficientes: con menor consumo de agua y eléctrico, menos contaminantes, además de incorporar el tema social, como brindarle a los operarios espacios más aptos para que desarrollen su trabajo.
“Entran organismos que empiezan a desarrollar estrategias de producción, que pueden ir desde una reubicación de la planta, hasta una construcción o un cambio de estructura”.
Otro ejemplo sería cambiar áreas iluminadas (artificialmente) por luz natural.
El ente acreditador plantea una serie de variaciones a la empresa, que esta debe cumplir para ser acreditada. El contar con ella puede darle acceso a mercados como el europeo en el que se valoran este tipo de certificaciones.