La era digital dividió a Costa Rica en dos mundos. Uno donde los ciudadanos —que viven en el Gran Área Metropolitana (GAM) — tienen acceso a Internet, computadoras y telefonía celular, y otro donde la gente está desconectada.
En el primero, los ticos tienen acceso a información y trabajo calificado y mejor remunerado. En la otra Costa Rica, la gente tiene pocas posibilidades de integrarse a un país basado en la economía del conocimiento.
Así lo demuestra los datos del Censo 2011 sobre el acceso a las tecnologías de la información y comunicación, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El estudio revela que los costarricenses mayores de cinco años y que viven en el GAM, tienen más acceso a las herramientas básicas del mundo digital, en contraste con aquellos de la zona rural.
De esta manera, un 76,8% de habitantes de San José tienen acceso a telefonía celular, un 57,1% usan computadoras y otro 54,1% navegan en Internet.
En contraste, en Limón, la provincia que muestra los niveles más bajos de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, el panorama es otro.
El 64% de los limonenses emplean un móvil para comunicarse. El uso de una computadora está limitado solo a tres de cada 10 (34,6%) habitantes del Caribe y el acceso a Internet es posible para tres de cada 10 personas allí.
“Costa Rica apostó a la economía del conocimiento y a la atracción de inversión extranjera directa en tecnología. Este panorama evidencia que la brecha digital es amplia y que un grupo importante de ciudadanos no tiene acceso a las herramientas de movilidad social”, comentó Rowland Espinoza, viceministro de Telecomunicaciones.
“Esto acentúa la pobreza”, añadió el funcionario.
Más diferencias
La brecha digital se acentúa aún más si se toma una lupa y se mira la situación a nivel cantonal, según un análisis que realizó el Viceministerio de Telecomunicaciones con la información del Censo 2011.
Un 76% de los habitantes de Montes de Oca usan computadoras, pero este dispositivo llega únicamente al 16% de quienes viven en Matina.
El acceso a Internet acentúa más las diferencias entre estos dos cantones. Siete de cada 10 personas que viven en el cantón josefino navegan Internet. En Matina. el acceso a la web se limita a uno de cada 10 habitantes.
Matina es el cantón que presenta la brecha más amplia en el acceso a Internet y la computadora. Talamanca, otro de los cantones de Limón, es la zona del país con el menor nivel de acceso a la telefonía móvil.
Allí la telefonía celular es una tecnología futurista para cuatro de cada 10 personas. Empero, esta manera de comunicarse, que llegó al país en la década los años 80, es común para un 94% de los habitantes de San Pablo de Heredia (el cantón que presenta la menor brecha).
Usar recursos
Espinoza destacó que los resultados del censo evidencian la urgencia de ejecutar el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) de manera “eficiente y rápida” en las zonas donde la brecha digital es mayor.
“Desde setiembre recomendamos a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) utilizar los datos del censo para identificar las zonas prioritarias”, dijo el viceministro.
El funcionario adelantó que están elaborando una herramienta ( los datos cantonales) para facilitar la toma de decisiones en materia de brecha digital.
El Gobierno no está satisfecho con el primer proyecto de Fonatel que sacó a concurso la Sutel y que beneficiará a unos 4.000 personas en Limón, porque considera que el impacto es reducido.
Humberto Pineda, director de Fonatel, dijo que el diseño de los proyectos toma cuenta el Censo Nacional, el Plan de Desarrollo de la Red, el Densidad de Población por Distrito y el Índice de Desarrollo Humano Cantonal.
“En un mapa señalamos las comunidades con menor índice de desarrollo humano. Esas zonas son las prioritarias para el desarrollo de los programas”, dijo.
El funcionario confirmó que tienen lista la información para sacar el segundo proyecto a concurso, el cual será en la zona Norte del país.