
Hoy en día los datos –cualesquiera que sean– se han convertido en capital. Las grandes empresas tecnológicas de la actualidad escalaron hacia la cima de su giro de negocio gracias al cúmulo de datos que logran capturar de sus usuarios desde plataformas tecnológicas y su capacidad de generar insights para otras organizaciones.
Cualquier grupo de datos generado a través de nuestra actividad como usuarios tiene un valor intrínseco, si se tiene la capacidad de diseccionarlo, analizarlo y probar su fidelidad y veracidad.
“Vivimos en un mundo global cada vez más encaminado hacia una economía digital. En esta sociedad de los datos está ocurriendo un verdadero “dataclismo”. Todos los días se generan ciclópeos volúmenes de datos de múltiples formas, producto de los correos electrónicos que enviamos o recibimos, o los datos que recabamos en nuestros celulares o mediante el uso de las redes sociales”, afirma Carlos González, matemático costarricense, doctor en Informática y conferencista de la Expo IT-COMM que se realizará el 30 y 31 de octubre en el Hotel Real Intercontinental en Escazú, Costa Rica.
Big data son enormes grupos de datos que los actores en el mundo digital generan a tiempo real. Tanto personas como dispositivos conectados producen información relacionada con consumo, ubicación, preferencias de cliente. Un estudio realizado por la empresa de inteligencia comercial International Data Corporation (IDC) proyecta que para el año 2020, la cantidad de información en el mundo tendrá una dimensión de 44 billones de terabytes.
La analítica del big data, en palabras de González, es el proceso con el cual se estudian estos datos para descubrir tendencias, patrones y correlaciones ocultos. “Su objetivo principal es ayudar a los especialistas a tomar mejores decisiones basado en un modelaje de la predicción por medio del análisis de grandes volúmenes de datos heterogéneos”, explicó.

Cuando las empresas y organizaciones gubernamentales hacen uso de este análisis obtienen tremendo valor agregado del big data. Según la empresa global Oracle, ello permite crear modelos de predicción que apoyarían decisiones en comercio, mercadeo, experiencia de consumo, mantenimiento preventivo de equipo o seguridad bancaria.
“Las organizaciones que decidan apostar por modelos de negocios apoyados en el big data, se colocarían en una posición de privilegio para conocer mejor las necesidades de sus clientes, para ahorrar recursos en los procesos industriales, así como el mejoramiento de los productos, servicios o sistemas que ofrezcan”, afirma González.
Estas nuevas posibilidades se convierten en insumos para tomar buenas decisiones, incidiendo en la relación entre consumidores y bienes o servicios. “Está provocando cambios profundos e irreversibles. Es una fuente de mejora en las diferentes actividades, así como en la productividad empresarial. El tren del big data está llegando al andén y es imperativo que el país se suba lo antes posible”, acotó.
Con el uso de datos para impulsar la economía, vienen las preocupaciones por su integridad y seguridad. ¿Cómo se garantiza que los datos no tienen sesgo, o que se manipulan desde su origen? ¿Cómo se garantiza la protección de información privada y sensible durante el análisis? ¿Cuáles son los recursos para proteger los data sets de ataques externos? Estas preguntas se está contestando de forma simultánea con la construcción de los bloques de datos y es una preocupación creciente.
Para que el Estado aproveche el big data para combatir evasión fiscal, mejorar decisiones de seguridad ciudadana o el transporte de personas, Gonzalez cree que se necesita con una infraestructura tecnológica adecuada y profesionales que puedan darle valor agregado a los datos. En la Expo IT-COMM se organizarán mesas de trabajo donde académicos, sector púbico y privado trabajarán en un documento que esboce oportunidades y desafíos del país en este tema y se le entregará al Poder Ejecutivo para agilizar los cambios requeridos para su implementación.
“El uso de los datos está en proceso de cambiar de raíz la relación entre los gobiernos y sus ciudadanos y bajo un esquema tal, nuestro país no puede sustraerse de esta realidad”, concluye Carlos González.