El fabricante estadounidense de chips Intel ha marcado un hito significativo en su accidentada historia reciente, al reportar ganancias netas de $4.100 millones en el tercer trimestre de 2025, revirtiendo dramáticamente una pérdida de $16.600 millones registrada en el mismo período del año anterior.
Este resultado pone fin a una racha de seis trimestres consecutivos de pérdidas, la más prolongada para la compañía en 35 años, y señala el primer paso concreto en el ambicioso plan de recuperación impulsado por el CEO Lip-Bu Tan.
Factores clave del repunte financiero
El resurgimiento de Intel no puede atribuirse únicamente a mejoras operativas. La compañía ha recibido un respaldo financiero sin precedentes que ha transformado radicalmente su posición en el mercado. Durante el tercer trimestre, Intel añadió $20.000 millones a su balance, gracias a tres inversiones estratégicas de alto perfil.
En agosto de 2025, la administración Trump concretó un acuerdo histórico mediante el cual el gobierno estadounidense adquirió una participación del 10% en Intel por $8.900 millones, convirtiéndose en el mayor accionista individual de la compañía. Esta inversión, financiada a través de los fondos restantes del CHIPS and Science Act ($5.700 millones) y del programa Secure Enclave ($3.200 millones), representa una apuesta estratégica del gobierno en la reindustrialización de la manufactura de semiconductores en suelo americano.
Apenas unas semanas después, en septiembre, Nvidia sorprendió al mercado con una inversión de $5.000 millones en Intel y el anuncio de una colaboración multianual para desarrollar productos conjuntos que integren CPUs x86 de Intel con tecnología de GPU y NVLink de Nvidia. Este acuerdo tiene implicaciones profundas: Nvidia adquirirá CPUs de Intel para sus servidores de inteligencia artificial, mientras que Intel incorporará chiplets GPU RTX de Nvidia en sus procesadores para PCs, creando una alianza estratégica entre dos antiguos competidores. SoftBank también contribuyó con una inversión de $2.000 millones.

Desempeño operativo: luces y sombras
Más allá del respaldo financiero externo, Intel mostró señales tangibles de mejora operativa. Los ingresos del tercer trimestre alcanzaron $13.700 millones, un incremento del 3% interanual y superando las expectativas de los analistas de $13.400 millones. Las ganancias por acción ajustadas fueron de $0,23, muy por encima de la proyección de consenso de $0.01.
El segmento de Client Computing Group (CCG), que comprende los procesadores para PCs, registró ingresos de $7.500 millones, un aumento del 8% interanual. El CFO David Zinsner atribuyó este crecimiento a una demanda inesperadamente fuerte impulsada por la actualización masiva de sistemas corporativos hacia Windows 11, tras el fin del soporte de Windows 10 el 14 de octubre de 2025. “La demanda está superando la oferta mucho más de lo que anticipamos cuando planificamos nuestra producción para el año”, afirmó Zinsner, añadiendo que esta tendencia de suministro insuficiente se extenderá hasta 2026.
Sin embargo, persisten desafíos significativos. El segmento de Data Center and AI reportó ingresos de $4.100 millones, una disminución del 1% interanual, reflejando la intensa competencia con AMD en este mercado crítico. El negocio de fundición (Intel Foundry Services), considerado crucial para el éxito a largo plazo de la compañía, generó ingresos de $4.200 millones, una caída del 2% respecto al año anterior, aunque logró reducir sus pérdidas operativas de $5.800 millones a $2.300 millones.
Intel en Costa Rica 2025: cierre de manufactura, despidos masivos y fin de un modelo
El 24 de julio de 2025, Intel anunció el cierre paulatino de su planta de Ensamble y Prueba (ATM, por sus siglas en inglés) en Costa Rica, poniendo fin a operaciones de manufactura que habían sido reactivadas apenas tres años antes, en agosto de 2022.
La decisión es parte de una reestructuración global del gigante tecnológico bajo el liderazgo del CEO Lip-Bu Tan, quien busca consolidar estas operaciones en instalaciones más grandes en Malasia y Vietnam para “impulsar mayor eficiencia y utilización” en su red de manufactura mundial.
El cierre afectó aproximadamente a 1.400 empleados directos. Adicionalmente, la decisión impactó una red de unos 4.500 proveedores y contratistas locales que dependían del ecosistema manufacturero de Intel.
A pesar del cierre de manufactura, Intel mantiene presencia significativa en Costa Rica con más de 2.000 empleados, en cuenta con los del Intel Corporate (Servicios Globales), enfocado en procesos de negocio en finanzas, recursos humanos, ventas, mercadeo y cadena de suministro.
La empresa reiteró que Costa Rica “continúa siendo una parte clave de las operaciones globales” y que “durante casi tres décadas, Intel ha estado innovando e invirtiendo en Costa Rica, y este legado continuará”.
La transformación bajo Lip-Bu Tan
Desde que asumió el cargo de CEO en marzo de 2025, tras cuatro meses caóticos sin liderazgo permanente, Lip-Bu Tan ha implementado una estrategia de reestructuración agresiva centrada en tres pilares: disciplina financiera, revitalización del negocio central de x86, y enfoque estratégico en inteligencia artificial.
La reducción de costos ha sido dramática. Intel disminuyó su fuerza laboral en un 13% durante el tercer trimestre, de 101.400 a 88.400 empleados, acumulando una reducción del 29% en personal total respecto al año anterior. Tan eliminó aproximadamente el 50% de las capas gerenciales para agilizar la toma de decisiones y mejorar la eficiencia.
En un memorando interno que se volvió emblemático de su enfoque, Tan declaró: “No más cheques en blanco. Cada inversión debe tener sentido económico”. Esta filosofía ha llevado a la cancelación de proyectos de fabricación en Alemania y Polonia, y al retraso de la planta de $28.000 millones en Ohio hasta después de 2030, condicionando futuras expansiones a la obtención de clientes confirmados.
El contexto competitivo y las perspectivas futuras
Intel enfrenta una competencia feroz en todos sus frentes. En el mercado de chips de IA, Nvidia mantiene un dominio casi absoluto con más del 90% de participación en GPUs para centros de datos. AMD ha ganado terreno significativo tanto en procesadores para PCs como en servidores, y recientemente anunció acuerdos masivos con OpenAI (6 gigawatts de capacidad de cómputo) y Oracle Cloud (50.000 chips AI) para 2026, consolidando su posición como la alternativa viable a Nvidia.
El argumento de Zinsner es que Intel se beneficiará del cambio de la industria hacia la inferencia de IA (donde los modelos entrenados responden a consultas de usuarios) en lugar del entrenamiento de modelos, ya que las CPUs de Intel son más eficientes energéticamente y menos costosas que las GPUs para estas tareas. “Usar GPUs para inferencia en modelos pequeños de IA es como usar un Ferrari para ir al supermercado”, comentó Zinsner.
Para el cuarto trimestre de 2025, Intel proyecta ingresos entre $12.800 millones y $13.800 millones, con ganancias ajustadas por acción de $0,08, cifras que se alinean aproximadamente con las expectativas de analistas pero sugieren cautela ante un futuro incierto.
Implicaciones para la industria y la seguridad nacional
El caso de Intel trasciende el ámbito empresarial y se ha convertido en un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos. Como la única compañía estadounidense que realiza investigación, desarrollo y manufactura de chips lógicos de vanguardia en territorio nacional, el éxito o fracaso de Intel tiene ramificaciones directas para los esfuerzos del gobierno de reducir la dependencia de la producción concentrada en Taiwán y recuperar el liderazgo tecnológico frente a China.
La inversión gubernamental convierte efectivamente a Intel en una empresa “demasiado grande para fallar”, respaldada por el crédito del gobierno estadounidense. Esta red de seguridad, combinada con las alianzas estratégicas con Nvidia y SoftBank, proporciona a Intel el margen financiero necesario para ejecutar su transformación a largo plazo.
Reacción del mercado
Las acciones de Intel subieron más del 7% en operaciones fuera del horario regular tras el anuncio de resultados. El precio de la acción ha experimentado un repunte espectacular de más del 85% en lo que va de 2025, con prácticamente todas las ganancias concentradas desde agosto, cuando se anunció la inversión del gobierno. El 23 de octubre, las acciones cerraron en $38,16, representando una recuperación notable desde los mínimos cercanos a $19 registrados en julio.
Sin embargo, la valoración de Intel plantea interrogantes. Con un ratio precio-ganancias futuro de 316x, comparado con el promedio sectorial de 25x, algunos analistas expresan preocupación sobre la sostenibilidad de la apreciación actual dado el historial reciente de pérdidas y la incertidumbre sobre la recuperación de ingresos. No obstante, la capitalización de mercado de Intel de aproximadamente $157.000 millones sigue siendo una fracción de los más de $4,4 billones de Nvidia, reflejando la distancia que aún debe recorrer.
Conclusión
El tercer trimestre de 2025 marca un punto de inflexión potencial para Intel, pero el camino hacia la recuperación completa será largo y está plagado de desafíos. La compañía ha demostrado que puede reducir costos y mejorar la eficiencia operativa, mientras que las inversiones estratégicas le han proporcionado un colchón financiero crítico. La alianza con Nvidia podría abrir nuevas oportunidades en el lucrativo mercado de IA, y el boom de actualización de Windows 11 ofrece un viento de cola temporal pero significativo para su negocio tradicional de PCs.
Sin embargo, Intel debe todavía demostrar que puede recuperar cuota de mercado en servidores, atraer clientes externos para su negocio de fundición, y competir efectivamente en el diseño de chips de IA donde se ha quedado dramáticamente rezagado. Como señaló el CEO Tan: “Aunque todavía tenemos un largo camino por recorrer, estamos tomando los pasos correctos”. El próximo año será decisivo para determinar si esta recuperación incipiente puede consolidarse en una transformación sostenible que restaure a Intel a su antiguo estatus de líder indiscutible de la industria de semiconductores.
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Este artículo fue publicado por un editor de El Financiero asistido por un sistema de inteligencia artificial.
