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El ebook está evolucionando hacia el modelo más social y colgado en la nube, mismo camino que siguieron con éxito la música y el cine con plataformas como Spotify o Netflix.
Esta incipiente y económicamente cuestionada tendencia de leer libros electrónicos streaming (esto es sin necesidad de descargarlos de Internet) se está discutiendo en la Feria del Libro de Guadalajara (FIL).
Todavía son pocos los proyectos en marcha en castellano, y la mayoría con sello español, pero ejemplos de servicios de lectura ilimitada vía suscripción digital ya existen.
Las plataformas Nubico, 24symbols, Reedig o El Libro Total parecen marcar la pauta a un camino todavía incierto.
En ellas, por menos de unos ¢10.000, un lector puede leer desde cualquier dispositivo todos los libros que desee sin necesidad de descargarlos y pudiendo guardar todas sus anotaciones o comentarios en una nube virtual, donde otros usuarios también dejan sus comentarios, lo que también permite crear redes de afinidades.
"La protección de derechos a veces dificulta la apertura de un ebook en algunos soportes; con el streaming esto se acaba", explica Manuel Míguez, de la española Digital Books, que espera lanzar próximamente su servicio en la nube.
Además, afirma Daniel Navas, gerente editorial del proyecto El Libro Total, el streaming permite que el libro se mantenga vivo, a diferencia de los que se descargan en las tabletas y “quedan ahí encarcelados”.
Otra ventaja es que le permite a los lectores compartir sus últimas lecturas en las redes sociales.
Sin embargo, uno de los problemas de este modelo es el pago de derechos a las editoriales.
