
Predecir el futuro ha sido uno de los mayores anhelos de los empresarios en todo el mundo. Quién no quisiera saber cuándo ocurrirá algún evento que ponga de cabeza a los mercados o cuándo un negocio en particular se vea beneficiado por una serie de variables que lo conviertan en una verdadera mina de oro.
Si bien no existe una bola de cristal para las inversiones, sí existe la inteligencia de negocios (Business Intelligence) y su versión mejorada y recargada conocida como analítica de negocios (Business Analytics). Esta se basa en un software especializado para analizar una gran cantidad de datos y poder tomar decisiones mejor sustentadas, mejor meditadas y basadas en un estudio cuidadoso de muchas variables venidas de todas partes.
Se estará preguntando usted cuál es la diferencia entre inteligencia de negocios y analítica de negocios. La primera solo analiza la información histórica de una operación, mientras que la segunda hace lo mismo, pero, además, es predictiva porque está diseñada para prever escenarios futuros.
No todas las soluciones de analítica de datos son iguales. Hay distintas variedades para diferentes negocios y distintas realidades. Por ejemplo, si se quiere saber la aceptación que podría tener un nuevo bien o servicio, se puede echar mano a un sistema Mercadeo Analítico (Marketing Analytics). Muchos de estos recursos tecnológicos pueden ser adquiridos a la medida de la empresa.
Estas herramientas no solo estudian los registros que están en las bases de datos corporativas, también pueden analizar millones de apuntes no ordenados dentro la corporación y externos a esta. Entonces, logran arrojar resultados mucho más acertados.
Estos recursos digitales no vacunan a las empresas contra los problemas, pero sí son una suerte de pitonisa digital que nos permite tomar mejores decisiones cuando se quiere crecer, innovar, arriesgar o evitarse problemas.