¿Ama lo que hace?
Esta mañana desperté pensando en lo agradecida que estoy de que mi hijo tenga una maestra excepcional.
Ayer asistí a la escuela a presenciar la “feria científica” de su clase. Explosiones de coca cola, arenas movedizas, lámparas de lava, trabajo en equipo, sonrisas inquietas, presentaciones en power point realizas por pequeños de 8 años que se entrenan para comunicar verbalmente la aplicación del método científico, divertirse y a la vez, captar la atención de los ocupados padres que rompimos la rutina matutina de ir al trabajo, para llegar bien temprano a la escuela.
Pero entre todo lo que ocurría no podía dejar de verla: sus ojos celestes brillantes bajo los lentes, su voz pausada, su presencia tranquila, serena, amorosa y sabia, todo se integra en un manejo excepcional de cada niño, de la clase como grupo y de ella misma.
Da gusto verla, la forma como les habla a los niños, a los padres, el manejo de las situaciones que se presentan en un evento así y que para otra maestra menos experimentada o mas rígida podrían significar mucha tensión. Ella los maneja con gran aplomo, cariño y maestría.
Se ve feliz, es de esas personas que uno sabe que hacen lo que aman y que hacerlo representa una huella imborrable en la mente de cada uno de esos pequeños que tienen la dicha de contar con ella como su maestra de escuela.
Cuando uno hace lo que ama, se nota y este es un ejemplo muy claro de una persona que con experiencia logra dominar con facilidad y maestría lo que para otra sin la experiencia, vocación y cariño sería un gran reto.
Hoy conversaba con unos amigos que Anne, su nombre, sería una excelente entrenadora de maestras, la pena es que muchos niños se perderían del impacto de ella.
Nunca tuve una maestra así en la escuela. Agradezco a muchas de mis maestras, pero Anne es un caso excepcional que para mí sobresale y evidencia la combinación de vocación, con muchas horas de práctica y capacidad de aprendizaje a lo largo de su vida. Estudia, lee, aprende, comparte, aplica, entrena. Está en un nivel de dominio de la materia que logra incorporarlo de una forma fácil y sencilla. Como una malabarista hace ver fácil lo difícil.
Ver a Anne me hace pensar: ¿por qué alguna gente tiene éxito viviendo vidas muy productivas causando gran impacto en la vida de otros y otros no?
Comparto lo que dice M. Gladwell, sobre las superestrellas. El fundamenta en su libro Outliers, que los que sobresalen en forma positiva, no nacen de la nada basados en genialidad o talento. Gladwell explica y fundamenta que quienes tienen talentos especiales, logran con oportunidades y legados culturales, aprender y trabajar duro para hacer sentido de lo que tienen. En eso son extraordinarios.
¿Cuántas horas de práctica le toma a una persona dominar una destreza o profesión? Según Gladwell no menos de 10,000 horas, intensas, motivadas y cada vez más perfectas, para dominar como Anne el arte de ser maestra de primaria.
Durante la feria, entraron a su clase la directora de primaria, varias profesoras y una psicóloga. La clase transcurrió mientras los niños trabajaban felices, fue un momento mágico para todos. Anne no se inmuta con las visitas, está segura de su clase, de sus niños de lo que hace.
Percibo que la gente de la escuela la ve con admiración y respeto que no se exige, se da, ella se lo ha ganado de una forma tranquila. Para mí Anne es el ejemplo de esa profesora que el resto de los profesores, alumnos, padres y comunidad escolar, honran con su presencia y actitud hacia ella.
Anne con su trabajo, deja huella en cada persona que toca a través de la práctica de su profesión.
En el caso de mi hijo, ha logrado que ame la lectura y que lea libros que el año pasado no soñaba ni tocar, por su extensión y complejidad. He leído de este niño redacciones que me asombran. Mi hijo me habla con ilusión de varios autores, libros, temas, es cómo si ante mis ojos se hubiera transformado en otra persona. Y si, yo creo que había terreno fértil en el niño, pero creo que es mucho gracias a ella.
¿Trabaja usted en lo que ama? ¿Es feliz en su ocupación? Y si no es así dígame por favor: ¿Qué espera?