EscucharMejor arquero de la Liga la temporada pasada, Yassine Bono, de 31 años, alcanzó una nueva dimensión en el Sevilla y se dispone a guardar la meta de Marruecos contra Bélgica el domingo (13h00 GMT) en el Mundial-2022, diez años después de descubrir Europa y una final de la Liga de Campeones desde el banco.
El 22 de mayo de 2022, Yassine Bono es manteado por sus compañeros: acaba de asegurar el trofeo Zamora, que se concede al arquero que ha encajado menos goles en la Liga (24 tantos en 31 partidos, además de 13 encuentros sin recibir un gol).
Lo hermoso de este logro es que Bono lo consiguió por delante de figuras como Thibaut Courtois o Jan Oblak, ganadores de ocho de los últimos nueve Zamoras (cinco para el esloveno y tres para el belga).
Bono también se convirtió en el segundo golero de nacionalidad africana en llevarse el galardón, luego del camerunés Jacques Songo'o en la temporada 1996-1997 con el Deportivo de La Coruña.
"Los premios están bien para los medios y el público, pero sigo siendo el mismo Bono", declaró este verano.
A los 31 años, Bono sabe mejor que nadie que esta distinción es el fruto de un largo y tortuoso camino.
Nacido en Montréal (Canadá), a los tres años se marcha a Casablanca (Marruecos), donde descubre el fútbol en el Wydad Athletic Club. A los 17 años, el Niza se fija en él, pero no se materializa su traspaso por problemas burocráticos.
Su primer encuentro como titular en el Wydad AC lo disputará con 20 años: el 12 de noviembre de 2011, ante casi 80.000 aficionados en el estadio olímpico de El Menzah, Bono sustituye a Nadir Lamyaghri (lesionado) en la portería para el partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones africana contra el Espérance tunecino, que terminará por levantar el trofeo.
En junio de 2012, al terminar contrato con el club de su corazón, Bono decide poner rumbo a Europa. Firma por el Atlético de Madrid como tercer portero. Es titular con el filial, pero ocupa el banco en el primer equipo.
La estupenda temporada de los 'colchoneros' le permitirá vivir, en un segundo plano, el triunfo en la Liga y una final de la Champions, perdida frente al Real Madrid (4-1).
Después de una cesión de dos años en Zaragoza, en la Segunda división española (2014-2016) y un traspaso al Girona, donde será importante para el ascenso a Primera y donde jugará tres años (2016-2019), el Sevilla se hace con sus servicios.
Cedido en la 2019-2020, el meta explotará realmente al final del confinamiento, en verano de 2020, donde poco a poco se hará con el puesto de Tomas Vaclik, lesionado.
El mundo conocerá su nombre a lo largo del increíble recorrido de los sevillistas en la Europa League. Aquel verano, Bono se doctora con grandes actuaciones en cuartos de final frente al Wolverhampton (parando un penal) y especialmente en semifinales contra el Manchester United, donde sus incontables paradas permiten a los suyos llegar a la final y al posterior título.
El Sevilla activa su opción de compra de 4 millones de euros y renovará su contrato el pasado abril hasta junio de 2025, con un aumento de salario.
"El Sevilla me permitió hacerme un nombre a nivel mundial, como un portero importante a nivel europeo", dijo en abril.
Con buen pie, Bono también ha tenido tiempo para hacerse un hueco con la selección marroquí. Presente en el primer equipo desde 2012 después de pasar por todas las categorías inferiores, fue titular por primera vez en 2014. Y no fue hasta 2019, con Vahid Halilhodzic, cuando se convirtió en el primer arquero de los 'Leones del Atlas'.
pve/gh/psr
