En una jornada de sorpresas monumentales, el brasileño Alison dos Santos conquistó el oro de los 400 metros vallas y el español Mohamed Katir el bronce de 1.500m en el Mundial de Eugene, donde se estrellaron superestrellas como los noruegos Ingebrigtsen y Warholm y el estadounidense Kerley.
Un día después de que cinco campeones olímpicos aseguraran sus oros, todos los pronósticos se rompieron este martes en el Mundial, que llegó al ecuador de sus 10 días de programa.
A sus 22 años, Dos Santos brindó el primer oro de Brasil en Eugene, y su segundo en la historia de los Mundiales, con una estratosférica victoria en los 400 metros vallas en 46.29 segundos, récord de campeonato y tercero mejor de la historia.
"Es impresionante ganar el título mundial en esta pista. No me importaba el tiempo porque es la primera vez que gano el título", afirmó Dos Santos.
El brasileño, que llegaba a la pista del Hayward Field con la mejor marca del año, se escabulló por fin de la alargada sombra de Karsten Warholm, plusmarquista mundial y vigente campeón olímpico, que acabó séptimo con aparentes problemas físicos.
Solo un año atrás, el noruego había protagonizado una de las mejores actuaciones olímpicas de todos los tiempos al lograr el oro con 45.94 segundos, destruyendo un récord mundial de 29 años.
Dos Santos, que fue bronce en Tokio, reclamó esta vez el protagonismo con un triunfo facilitado por el pinchazo de Warholm.
El noruego lideraba la prueba llegando a la recta final pero desaceleró de forma dramática y terminó en el séptimo puesto (48.42).
"Fue una carrera muy dura", reconoció Warholm. "Tuve una lesión, pero para mí siempre es luchar y darlo todo y dejarlo todo en la pista".
"Espero que mirando hacia atrás me sienta orgulloso de ello aunque prefiera llevarme una medalla", reconoció.
La última vez que el noruego perdió una carrera de 400 metros vallas fue en septiembre de 2018 en Ostrava (República Checa) pero este martes pareció resentirse de los problemas musculares que sufrió a principios de junio.
Por detrás de Dos Santos, los estadounidenses Rai Benjamin (46.89), segundo en Tokio, y Trevor Bassitt (47.39) fueron plata y bronce.
Con menos de media hora entre las finales de sus dos joyas, Noruega vio también como su campeón olímpico Jakob Ingebrigtsen era superado por el británico Jake Wightman en la recta final de los 1.500 metros, con el español Mohamed Katir alcanzando el bronce.
Katir logró así la segunda medalla de España en este Mundial tras la de Asier Martínez en los 110 metros vallas, también de bronce.
"Sabía que algún día iba a conseguir una medalla. He hecho marcas impresionantes", se felicitó.
Nacido en el norte de Marruecos, Katir le dio a España una medalla en los 1.500 metros 23 años después del último bronce de Reyes Estévez.
España contaba también en la carrera con Mario García, que fue cuarto, e Ignacio Fontes, undécimo.
El favorito Ingebrigtsen llegó en cabeza a la última vuelta pero no pudo resistir el ataque en la curva decisiva de Wightman, que se impuso con un tiempo de 3 minutos y 29.23 segundos.
"Me sentí bien, pero cometí algunos errores", reconoció el noruego. "No pude seguir el ritmo de Jake en los últimos 200 metros. Estoy muy decepcionado por no haber ganado".
La tarde ya había comenzado con una gran decepción para los aficionados estadounidenses cuando la nueva estrella de la velocidad Fred Kerley fue eliminado en las semifinales de los 200 metros.
Kerley, flamante campeón de los 100 metros el domingo, acabó su serie en el sexto y penúltimo lugar (20.68 segundos).
Tuve "un poco de calambre, pero está todo bien. No tengo dolor, estaré bien", dijo Kerley a la cadena NBC tras la serie.
El joven velocista dominicano Alexander Ogando se impuso en esa semifinal con 19.91, récord nacional
Los favoritos Noah Lyles (19.62), vigente campeón mundial, y Erriyon Knighton (19.77), de 18 años, se citaron para una trepidante final el jueves.
Los 200 metros femeninos también vivirán ese día un nuevo capítulo de la histórica rivalidad entre las jamaicanas Shelly-Ann Fraser-Pryce, campeona de los 100 metros el domingo, y Shericka Jackson y Elaine Thompson-Herah, que fueron plata y bronce.
Para completar la jornada de sobresaltos, la australiana Eleanor Patterson (2,02 metros) venció a la ucraniana Yaroslava Mahuchikh en la final de salto alto femenino.
Mahuchikh, plata en Tokio-2020, llegaba como favorita indiscutible por la ausencia de la vigente campeona olímpica y triple monarca mundial, Mariya Lasitskene, por el veto aplicado a los atletas rusos por la invasión a Ucrania.
gbv/cl