El ciclista italiano Sonny Colbrelli, víctima de un paro cardiorrespiratorio el mes pasado, afirmó este viernes no sentirse "todavía" un "exciclista", señalando que el momento de las decisiones sobre la continuación de su carrera no ha llegado aún.
"Habrá un momento en que haremos todas las evaluaciones y después decidiremos", confía el actual campeón de Europa en una entrevista a la Gazzetta dello Sport dos semanas después de que se le colocara un desfibrilador interno.
A dos días de la París-Roubaix, prueba de la que es el último campeón, el ciclista del Bahrain-Victorious indica que no ha sido invitado para asistir a la carrera pero precisa que "no habría ido de todas maneras", aunque matizó que "no me siento todavía un ex".
Colbrelli, de 31 años, había perdido el conocimiento, víctima de un paro cardiorrespiratorio, tras la llegada de la segunda etapa de la Vuelta a Cataluña, el 21 de marzo.
A principios de abril, su equipo había anunciado que se le había colocado un desfibrilador subcutáneo (DSC), "un dispositivo que permite de corregir si es necesario el ritmo cardíaco en casos extremos".
Es todavía demasiado pronto para saber si el italiano podrá volver a hacer ciclismo de competición. Pero su caso recuerda al del futbolista Christian Eriksen, que tuvo que rescindir su contrato con el Inter de Milán para irse a jugar a Inglaterra, ya que este tipo de dispositivo es juzgado en Italia incompatible con los deportes de esfuerzo en el sistema cardiovascular.
"Creo que he tenido mucha suerte, mucha suerte", asegura Colbrelli.
"Al principio, estaba molesto con el mundo entero. ¿Por qué a mí? (...) Y poco a poco he mirado el otro lado de la medalla. Para empezar estaba vivo y de ahí ha salido de nuevo mi viaje (...) Estoy bien y disfruto cada instante", explica, añadiendo que seguirá la París-Roubaix el domingo por televisión.
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