EscucharLos habitantes de Perm, en el centro de Rusia, se despertaron este martes conmocionados y afligidos un día después del tiroteo en una universidad, que dejó seis muertes y 24 heridos.
En una gélida y brumosa mañana, numerosos ciudadanos se acercaron a depositar flores y velas cerca de una de las entrada al campus de la Universidad Estatal de esta ciudad de los Urales, donde un estudiante armado abrió fuego el lunes contra la gente.
"Es una conmoción, un dolor, nuestra universidad es nuestro hogar", cuenta Ksenia Punina, profesora de Relaciones Internacionales, con el rostro tapado por una mascarilla negra con el emblema del centro universitario.
Una de sus estudiantes resultó herida por una bala en el estómago y operada, explica Punina, quien espera que salga de esta.
En total, cinco jóvenes, cuatro mujeres y un hombre, de entre 18 y 26 años, perdieron la vida, así como una doctora de 66 años.
La policía rodeó todo el perímetro de la universidad, compuesta por edificios soviéticos de la década de 1980, sólo accesible ahora para el personal universitario.
"Es muy duro para toda la ciudad. Es importante que estemos todos juntos", indicó Ekaterina Nabatova, antigua estudiante que se acercó al lugar para rendir homenaje a las víctimas.
Un hombre vestido de negro y con casco caminó el lunes por la tarde hacia el recinto universitario con un arma en la mano. Imágenes de estudiantes saltando por las ventanas en medio de gritos de pánico y disparos han circulado por Internet.
El Comité de Investigación de Rusia confirmó que el autor, que fue herido y arrestado por las fuerzas de seguridad, confirmó que se trataba de un estudiante pero no lo identificó ni ofreció el móvil del crimen.
Los medios locales publicaron imágenes y el nombre del presunto asesino de 19 años, que había difundido mensajes de odio en las redes sociales.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que el estudiante presenta problemas mentales, por lo que parecía excluir motivos políticos o religiosos.
Según el Comité de Investigación, el autor iba armado con un rifle de caza adquirido en mayo, antes de que se endureciera la legislación de posesión de armas tras un tiroteo mortal anterior en una escuela.
El ministro de Sanidad,Mijaíl Murashko, que se desplazó al lugar de los hechos, afirmó que los heridos fueron trasladados a cuatro hospitales y que nueve de ellos se encontraban en estado grave.
El presidente Vladimir Putin lamentó el lunes esta tragedia, que consideró "una gran desgracia para todo el país."
"No hay palabras que puedan silenciar el dolor del duelo, de estas pérdidas, especialmente cuando se trata de jóvenes que acaban de comenzar sus vidas", subrayó Putin.
Los tiroteos en escuelas o universidades eran poco comunes en Rusia, donde el control de armas es estricto, pero se han hecho más frecuentes en los últimos años.
El presidente Vladimir Putin lo ha denunciado como un fenómeno importado de Estado Unidos y un efecto perverso de la globalización.
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