El crecimiento económico en España fue del 5,1% en 2021, un 0,1% más de lo inicialmente anunciado, gracias a un cuarto trimestre particularmente dinámico, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados el viernes.
Este dato confirma el repunte de la actividad en España tras el bache de 2020 (-10,8%), un año enormemente afectado por la pandemia de coronavirus.
Aun así, la cifra está alejada del 6,5% de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) que el gobierno tenía como objetivo.
Según el INE, la revisión al alza del crecimiento se explica por unos resultados mejores de lo esperado en los tres últimos meses del año, aunque estuvieron marcados por la aparición de la variante ómicron del coronavirus: así, el PIB español creció un 2,2% en este periodo, y no un 2%, como se estimaba inicialmente.
Estos resultados se lograron gracias al buen comportamiento de las inversiones (+3,6% en el cuarto trimestre) y a pesar de la relativa calma del consumo: según el INE, éste sólo creció un 0,6% en los tres últimos meses del año.
El gasto de los hogares españoles se resintió en los últimos meses por el importante incremento de la inflación, que se sintió particularmente en los combustibles. La guerra en Ucrania no hizo sino agravar este fenómeno, y será un lastre al crecimiento en 2022.
En su proyecto de presupuesto, presentado en otoño (boreal) de 2021, el gobierno previó en 2022 un crecimiento de 7%, más de lo que anticipan las principales organizaciones económicas.
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