De no ser por el covid-19, Juan Cruz Mallía probablemente seguiría jugando en Argentina, lejos de la ciudad de Toulouse, donde su carrera tomó otro rumbo este año, con un try en la final de la Copa de Europa y un título de campeón de Francia, éxitos que aún no ha tenido tiempo de asimilar.
Antes de medirse con el Bordeaux-Bègles, el sábado (20h05 GMT), en el choque en la cumbre de la duodécima fecha entre los dos líderes del Top 14, el internacional argentino apenas suma 56 minutos de juego en el campeonato galo, con dos tries anotados.
Unas estadísticas que no escondían la preocupación de sus compañeros en el Toulouse internacionales con el XV de Francia antes de enfrentarse a Los Pumas en el test de noviembre.
"Me pidieron que no anotase contra ellos", sonríe el polivalente defensor de 25 años, al que finalmente una lesión en un hombro privó de la gira del combinado 'albiceleste'.
Fue reemplazado por el wing del UBB Santiago Cordera, con el que se verá las caras este fin de semana en un estadio Chaban-Delmas que estará a rebosar de espectadores.
En caso se confirmarse la presumible titularidad de Mallía, será uno de los duelos particulares a seguir en ese partido estelar, más aún después de los tres tries de Cordero contra el Racing 92.
Su destino parecía trazado con la elástica de los Jaguares, la franquicia argentina de Super Rugby, cuando la pandemia de covid-19 hizo su trágica irrupción y obligó a suspender la competición reina del hemisferio sur.
El jugador de Córdoba y sus compañeros internacionales fueron entonces invitados por su federación, enfrentada a dificultades económicas, a exiliarse para seguir jugando al más alto nivel.
El joven jugador aterrizó en Toulouse, ciudad del sur de Francia, el pasado mes de enero, iniciando una aventura que no imaginaba pocos meses antes: "El país, la lengua, la cultura, el campeonato... todo era nuevo", confiesa.
Apenas llegado a la 'Ciudad Rosa' en calidad de comodín médico, el refuerzo argentino no comenzó con buen pie, con una lesión en un dedo en un entrenamiento. Pero su suerte cambiaría pronto.
Hasta el punto de entrar para siempre en la historia del club al anotar en mayo el único try del Toulouse en la final de la Copa de Europa ganada en Twickenham contra La Rochelle (22-17).
"No es tan frecuente jugar finales pero todo el mundo me dio mucha confianza para jugar el partido y para disfrutarlo", cuenta a la AFP con un buen nivel de inglés. "Tuve la suerte de anotar ese try pero fue un esfuerzo del equipo".
Capaz de jugar en el centro, en las alas o en línea defensiva (su posición predilecta), el argentino fue de nuevo titular en la final del Top 14 para batir de nuevo a La Rochelle (18-8) y añadir en el espacio de unas semanas un segundo título de prestigio a su palmarés.
"Todo ocurrió demasiado rápido para asimilarlo", afirma, máxime porque poco después se unió a su selección para el Rugby Championship.
No se le dio bien aquel torneo a Los Pumas, con seis derrotas ante Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica en otros tantos partidos.
Un paso atrás que Mallía explica en parte por la disolución de los Jaguares: "Nuestras vidas cambiaron por completo debido al covid. Ahora estamos repartidos por todo el mundo en clubes diferentes. Algunos están jugando mucho, otros no tanto. Tenemos que ensamblar las piezas para seguir construyendo".
El camino de Los Pumas al Mundial-2023, "el objetivo prioritario", pasa para él por Toulouse, donde se ha ganado un contrato para los próximos dos años.
"Es el mejor lugar para preparar mi cuerpo y mi mente para el Mundial", considera. "El Stade Toulousain es el club ideal, no solo desde el plano del rugby, sino también a nivel humano".
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