Los checos votaron este sábado, por segundo día consecutivo, para elecciones legislativas en las que el primer ministro saliente, el magnate populista Andrej Babis, es el gran favorito, pese a sus litigios con la Unión Europea y a estar presuntamente involucrado en los papeles de Pandora.
No hubo sondeos a boca de urna tras las votaciones y los primeros resultados oficiales se darán a conocer el sábado por la noche.
Babis intentará anotarse una segunda victoria consecutiva, de la mano de su partido populista, ANO, a pesar de una discutida gestión de la pandemia de covid-19 y sus enredos con la justicia.
El empresario en los sectores agroalimentario, químico y mediático, de 67 años, está acusado de presunto fraude en las subvenciones procedentes de la Unión Europea, que le reprocha su conflicto de intereses como empresario y político.
Además, la investigación internacional de los Papeles de Pandora reveló que Babis financió la compra en 2009 de propiedades en el sur de Francia, incluido un castillo, con dinero de empresas en paraísos fiscales.
Aun así, el primer ministro saliente, que denuncia una campaña de difamación en su contra, aparece como favorito en los sondeos, con un apoyo del 30%.
Babis, que votó este sábado por la mañana en la ciudad de Lovosice, pidió "estabilidad en estos tiempos inestables".
"No debemos cambiar el gobierno ahora", subrayó.
"La cuestión clave es saber si la política populista se impondrá sobre los políticos tradicionales más responsables", estimó Tomas Lebeda, analista en la Universidad Palacky en Olomouc (este).
Jana Selucka, una ciudadana que votó el sábado en Zadni Treban, al suroeste de Praga, quiere un cambio.
"Ayer vi un interés extraordinario por el voto, fue sorprendente. La gente quiere realmente un cambio que mejore nuestras vidas", dijo a la AFP.
Babis, quinta fortuna checa según Forbes, está al frente de un gobierno minoritario con los socialdemócratas, respaldado tácitamente por el Partido Comunista que dirigió la antigua Checoslovaquia entre 1948 y 1989 y del que el primer ministro formó parte.
La competencia del magnate procede principalmente de dos grupos cuya popularidad se disparó a comienzos de año, cuando este país centroeuropeo lideraba la estadística mundial de muertes e infecciones de coronavirus por habitante.
Por un lado figura una alianza entre el Partido Pirata, contrario al poder dominante y el centrista Alcaldes e Independientes.
Por el otro, la coalición Juntos, compuesta por el Partido Democrático Cívico de derechas, el TOP09 (centroderecha) y la Unión Cristiana Demócrata (centro).
Los dos grupos llegaron a superar al movimiento populista ANO en las encuestas, pero el primer ministro pasó rápidamente al ataque y volvió a inclinar la balanza a su favor amenazando de un futuro incierto para el país si ganaban sus rivales.
"ANO representa el tipo de populismo que conocemos en los libros de escolares: un líder fuerte que busca dividir a la sociedad y crear una identidad tribal", dijo Lebeda.
La economía de República Checa, de 10,7 millones de habitantes y miembro de la Unión Europea, se está recuperando tras la pandemia.
Pero el incremento reciente de las pensiones y los salarios de la administración han disparado el déficit público.
Andrej Babis "ha puesto una enorme presión sobre el presupuesto del Estado para distribuir estos beneficios y sigue diciendo que no subirá los impuestos", lo cual es "populismo fiscal", estimó Lebeda.
En su campaña, ANO atacó la inmigración clandestina y se comprometió a proteger los vehículos con combustibles fósiles o la combinación energética tradicional checa, que se basa en la energía nuclear.
Entre el resto de partidos que compiten en las elecciones destaca el movimiento de extrema derecha antimusulmán Libertad y Democracia Directa (SPD), dirigido por el empresario nacido en Tokio Tomio Okamura.
Los sondeos apuntan también a una hecatombe de los socialdemócratas y los comunistas, que podrían quedarse incluso sin representación si no superan el mínimo del 5% de votos requerido para entrar al parlamento.
La designación del primer ministro corresponde al presidente prorruso Milos Zeman, un antiguo aliado de Babis.
"Hará todo lo posible por mantener a la ANO en el poder", afirmó Josef Mlejnek, analista de la Universidad Carolina de Praga.
frj/dt/meb/zm/jvb