El Shafee el Sheij partió de Londres en 2012 para enrolarse en la yihad en Siria, donde formó con dos "amigos" una célula de carceleros al servicio del grupo Estado Islámico (EI) especializada en la captura, tortura y ejecución de rehenes extranjeros.
Después de dos semanas de juicio cerca de Washington, un jurado lo declaró culpable este jueves de haber desempeñado un papel en el secuestro y asesinato de cuatro rehenes estadounidenses.
Este hombre de 33 años, con barba poblada, guardó silencio durante el juicio y dejó que fueran sus abogados quienes afirmaran que nunca había formado parte de los "Beatles", el nombre que los rehenes pusieron a sus carceleros por su acento británico.
Un argumento que contradice las entrevistas que él mismo concedió a periodistas tras ser arrestado en Siria en 2018 y antes de ser trasladado a Estados Unidos en 2020.
Frente a las cámaras reconoció haber "interactuado" "sin compasión" con los rehenes que vigilaba y con los que estaban bajo la supervisión de dos "amigos" que conoció en Londres, Mohammed Emwazi y Alexanda Kotey.
El primero, apodado "Jihadi John" e identificado tras aparecer en videos de propaganda del Estado Islámico en los que se veía la decapitación de rehenes occidentales, murió en 2015 en un ataque con drones. El segundo, arrestado con El Shafee el Sheij, se declaró culpable y conocerá su sentencia el 29 de abril.
El Shafee el Sheij nació en 1988 en Sudán, pero llegó al Reino Unido de niño. Durante un tiempo estuvo inscrito en un programa juvenil apoyado por el ejército británico y acabó formándose como mecánico.
A los 21 años se casó con una etíope que conoció durante un viaje a Canadá, pero los servicios de inmigración británicos no permitieron que su esposa entrara al Reino Unido, según el sitio web Counterextremism project.
Abrazó rápidamente el islamismo radical. En 2011 fue arrestado frente a la embajada de Estados Unidos en Londres por participar en una manifestación "contra las cruzadas estadounidenses". Un año después puso rumbo a Siria con Mohamed Emwazi.
Luchó en las filas del Frente Al Nosra, afiliado a la organización Al Qaida, antes de unirse al Estado Islámico.
Entre 2012 y 2015 supervisó, con sus dos socios, la detención de los rehenes occidentales y las negociaciones con las familias para obtener el pago de rescates.
Los tres hombres formaban "equipo" y se caracterizaban por "su sadismo", según varios expresos que declararon como testigos durante el juicio.
La lista de las torturas es larga: simulacro de ahogamiento, privación de comida y sueño, palizas continuas, "juegos" crueles, como pelearse entre ellos o cantar una macabra parodia de la canción "Hotel California", que convertían en "Hotel Osama".
Cada uno tenía sus preferencias.
"George prefería el boxeo, John, dar patadas, y Ringo, el cuerpo a cuerpo", según el italiano Federico Mokta. Pero todos pegaban.
Para los fiscales, El Shafee el Sheij era "Ringo", pero no insistieron en este punto durante el juicio, probablemente porque algunos rehenes (que siempre los han visto enmascarados) creen que era "George".
Según el fiscal Raj Parekh, los tres eran inseparables: "Crecieron juntos, se radicalizaron juntos, fueron combatientes con rango del EI juntos, retuvieron a rehenes juntos, los torturaron y aterrorizaron juntos".
El Shafee el Sheij y Alexanda Kotey incluso fueron capturados juntos en enero de 2018 por las fuerzas kurdas sirias. El abogado del primero reveló al comienzo del juicio que él también estaba con su esposa e hijos.
Dieron una identidad falsa, pero acabaron siendo desenmascarados. "Hasta el final, los Beatles del EI se protegieron mutuamente", según Parekh.
En 2020, los dos hombres, despojados de su nacionalidad británica, fueron trasladados a Estados Unidos, después de que Washington se comprometiera a no pedir la pena de muerte contra ellos.
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