Había prometido que se iría de Afganistán si regresaban los talibanes. El último judío de ese país de nuevo en manos de los fundamentalistas islámicos se fue con la idea de refugiarse en Estados Unidos o en Israel, según un empresario que organizó su huida.
Zebulon Simentov, nacido en los años 1950 en Herat, oeste de Afganistán, hogar de decenas de miles de judíos durante 2.500 años, declaró en abril a la AFP que no se quedaría en el país si los talibanes regresaban al poder.
"Soy el último, el único judío de Afganistán (...) Las cosas podrían empeorar para mi aquí. He decidido irme a Israel si regresan los talibanes", declaró entonces.
Dicho y hecho, según Moti Kahana, un israelo-estadounidense que dirige una empresa de seguridad. Simentov se fue de Afganistán y desde el miércoles vive en un "país vecino", antes de viajar eventualmente a Nueva York.
Durante décadas, este hombre se había negado a abandonar Afganistán. Sobrevivió a la invasión soviética, a la guerra civil, al primer régimen de los talibanes y a la ocupación de las tropas estadounidenses y de la OTAN.
"No quería irse", explicó a la AFP Kahana, quien precisó que Simentov estaba amenazado de muerte por la rama afgana del grupo Estado Islámico y que finalmente terminó por entrar en razón.
En total, 29 personas fueron evacuadas con él, entre ellas su "mejor amigo" y sus hijos, según el empresario.
Según Kahana, el último judío de Afganistán tiene familia en Nueva York y le gustaría reunirse con ella para la fiesta del Yom Kippour los 15 y 16 de septiembre.
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