Un juicio de apelación tendrá lugar y "las investigaciones continuarán", informó el lunes la fiscalía militar de Kananga, en República Democrática del Congo, tras la condena el sábado de implicados en el asesinato de expertos de la ONU en 2017.
El tribunal militar de Kananga, capital de la provincia central de Kasai, dictó el sábado 51 sentencias de muerte, una condena de 10 años de prisión contra un coronel y dos absoluciones, al final de un juicio que duró más de cuatro años.
En una declaración, el coronel Jean Blaise Buamulundu, "fiscal militar superior", anunció el lunes que la fiscalía, "de acuerdo con una exigencia legal" y a pesar de haber solicitado ella misma más de 50 penas de muerte en el juicio, recurriría las condenas a muerte dictadas.
También subrayó que "la mayoría de los condenados" habían expresado su intención de apelar y, en consecuencia, todos los condenados fueron trasladados a Kinshasa, donde está la sede del Alto Tribunal Militar, precisó.
Entre los condenados a muerte, unos veinte huyeron y fueron juzgados en ausencia. "Las investigaciones continuarán en relación a los que se esconden", aseguró Buamulundu.
Michael Sharp, de nacionalidad estadounidense, y Zaida Catalan, sueca, desaparecieron el 12 de marzo de 2017, cuando se encontraban en Kasai para investigar sobre fosas comunes relacionadas con el conflicto en la región tras la muerte del jefe local de la secta Kamuina Nsapu.
Sus cuerpos fueron hallados en un pueblo dos semanas después.
Según la versión oficial, fueron ejecutados desde el 12 de marzo de 2017 por milicianos de la secta Kamuina Nsapu.
Pero en junio del mismo año, un informe indicó que los asesinatos fueron una "trampa premeditada" y no descartaba la participación de miembros de la seguridad estatal.
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