La "ciudad de los 15 minutos", un concepto urbanístico que busca que los ciudadanos tengan sus servicios básicos a proximidad, ha atraído a conspiracionistas que atizan el fantasma del encierro y el control de movimiento de la población, al punto de compararlo con el gueto de Varsovia, a pesar de no ser algo nuevo ni impedir los desplazamientos.
El ideólogo del concepto es el urbanista colombiano Carlos Moreno y la propuesta alcanzó popularidad en 2019, cuando la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, lo incluyó en la campaña electoral que la llevó a la reelección en 2020. Después de la pandemia de covid-19, regidores de ciudades como Buenos Aires y Bogotá respaldaron la propuesta para sus capitales.
En su libro "La revolución de la proximidad", Carlos Moreno define "la ciudad policéntrica y multifuncional" como la de "los quince minutos" y lamenta "el espacio cedido al coche como vector fundamental de la ordenación urbana".
Sin embargo, en redes sociales la desinformación en español tiene otros planes para esta idea de ciudad sostenible: hay usuarios que mantienen que en realidad las autoridades quieren "encerrarnos en nuestros barrios", y es habitual leer en sus publicaciones palabras como "jaula" o "cárcel". Incluso han comparado el concepto con el "gueto de Varsovia" donde los nazis recluyeron a los judíos de la capital polaca durante la Segunda Guerra Mundial.
Según las diversas versiones de la desinformación viral, en estas ciudades habría barreras físicas, electrónicas o algún tipo de vigilancia, de forma que se controlarían las salidas y entradas de los ciudadanos de cada distrito. Las divisiones de la urbe no podrían abandonarse sin un permiso de las autoridades y habría un límite de días en los que alguien podría estar fuera de su zona de residencia.
El servicio de verificación de AFP comprobó que el concepto urbanístico no plantea nada de esto.
Entrevistado por la AFP, Moreno respondió a esos miedos virales sobre si habrá vigilancia por distritos, barreras o sanciones: "No, nunca, mentiras, manipulaciones, falsedades".
Según el resumen del urbanista, la idea de "ciudad de los 15 minutos" es que los habitantes de las ciudades "puedan acceder a sus seis necesidades esenciales (vivienda, cuidados, enseñanza, ocio, trabajo y suministros) en un espacio de tiempo aceptable para la mayoría de la gente", un cuarto de hora para las ciudades y 20-45 minutos para zonas de baja o media densidad poblacional.
La "ciudad de 15 minutos", en palabras de su ideólogo, "no trata de confinar o restringir, sino de liberar tiempo para los ciudadanos". "Es una propuesta de proximidad feliz, no una prisión", señaló el urbanista.
Urbanistas contactados por AFP coincidieron en que la idea desarrollada por Moreno es una forma de definir un modelo urbano ya conocido, la "ciudad de proximidad".
La arquitecta española Margarita de Luxán alabó la "buena visión divulgativa" de Moreno al llamar "ciudad de 15 minutos" a la "ciudad de proximidad", que "nace de la idea de fomentar ciudades saludables, menos contaminadas y con servicios cercanos". "En ningún caso es crear guetos", sino "dotar de buenas condiciones a los habitantes de las áreas urbanas", en palabras de la arquitecta.
La arquitecta española Sonia de Gregorio, por su parte, consideró que el planteamiento de Moreno "no es nada novedoso" y admitió que "es deseable que los estándares urbanísticos vayan en esa dirección", pero advirtió de que hay cuestiones a resolver, como dónde ubicar los grandes hospitales o los lugares de trabajo, especialmente fábricas o industrias, que suelen estar separadas de las ciudades.
"Hay áreas de muchas ciudades que cumplirían una buena parte de estas circunstancias y podrían tener esta denominación" de "ciudad de 15 minutos", expuso la arquitecta De Luxán.
"Gran parte de las ciudades españolas son ya ciudades de 15 minutos, son ciudades próximas", comentó el geógrafo y urbanista español Antonio Giraldo. "La densidad que tenemos en nuestras urbes hace que todas las que tienen un tamaño mediano ya sean ciudades muy próximas", añadió, ya que "no tenemos grandes ciudades dispersas o de casas bajas como el Reino Unido, países en América Latina o Estados Unidos. La ciudad mediterránea es, per se, próxima".
Sin embargo, la urbanista canadiense Jay Pitter afirmó, durante una charla en 2021, que el modelo urbano europeo que sí podría encajar con la "ciudad de los 15 minutos" no sería tan posible en ciudades norteamericanas. Según ella, sería "presuntuoso y colonial" importar el concepto de un continente a otro, y podría empeorar la situación de la gentrificación en el centro de las grandes urbes y aumentar así la desigualdad.
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