La inflación de Rusia, que lleva meses encadenando subas, alcanzó el 8,7% interanual en enero, informó la agencia Rosstat, batiendo un récord desde principios de 2016.
Se trata de más del doble del objetivo de 4% del Banco Central.
Respecto a diciembre, los precios al consumo subieron casi un 1% en enero.
En diciembre, la inflación parecía haberse estabilizado en el 8,4% interanual, pero desde principios de año volvió a dispararse.
Los precios de los productos de alimentación son los que más han aumentado (+12%), sobre todo los productos básicos como los cereales y la pasta (+17%), la carne (+16%), el azúcar (+17%) y las frutas y verduras (+16%).
También ha subido el tabaco (+18%) y los materiales de construcción (+23%).
El alza de la inflación socava el poder adquisitivo de los rusos, que tienen pocos ahorros, y desde marzo de 2020 trae de cabeza a las autoridades, que han impuesto medidas como cuotas a las exportaciones o controles del precio de algunos alimentos, para intentar ponerle freno.
Unas decisiones denunciadas por el Banco Central y numerosos economistas, que las acusan de lastrar el mercado.
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