Es una de las grandes triunfadoras de los Juegos Olímpicos de 2022, más aún que su musa, la estrella Eileen Gu: la marca deportiva china Anta, que se nutre de algodón de Xinjiang, se mostró omnipresente en las sedes olímpicas.
El grupo chino, que celebró el año pasado los 30 años desde su fundación, es desde 2016 el proveedor oficial del Comité Olímpico Internacional (COI).
Resultado, el logo rojo de la marca, que recuerda al de la estadounidense Nike, se muestra en todos los rincones de los Juegos de Pekín.
Deportistas chinos e incluso algunos canadienses, voluntarios y personal del comité organizador lucen productos de Anta, incluido el presidente del COI, Thomas Bach.
¿Su parka azul durante la ceremonia inaugural en el Nido de Pájaro? Anta. ¿Su chaqueta deportiva turquesa durante su visita al centra de prensa? De nuevo de Anta.
La marca, con una cifra de negocios de 32.500 millones de yuans (4.500 millones de euros/5.000 millones de dólares) en 2020, tiene contrato con el COI hasta final de año.
Ese patrocinio incomoda a las organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW) y la Coalición para poner fin al trabajo forzado en Xinjiang (EUFL).
Y es que Anta se nutre de algodón de esa región china para confeccionar sus ropas.
Pekín está acusado de haber recurrido al trabajo forzado en esta región del noroeste de China, donde viven los uigures, una minoría musulmana.
Varios gigantes del sector textil, como H&M, Nike o Uniqlo, anunciaron en 2020 que dejaban de aprovisionarse con materias primas de Xinjiang debido al incumplimiento de los derechos humanos.
Esta región fue golpeada durante mucho tiempo por atentados atribuidos a los separatistas o a islamistas uigures. Desde entonces Xinjiang es objeto de una vigilancia draconiana.
La administración Biden acusa a Pekín de haber encerrado en campos a uigures y a otras minorías, y señala un "genocidio".
"Estas cuestiones se apoyan en gran parte en mentiras", afirmó el jueves la portavoz de los Juegos de Pekín, Yan Jiarong, haciendo suyo el relato oficial de las autoridades sobre Xinjiang.
Anta no ha dejado de suministrarse en la región: "Nosotros compramos y utilizamos algodón procedente de regiones productoras de algodón en China, incluido el algodón de Xinjiang, y seguiremos haciéndolo", aseguró la firma el pasado mes de marzo.
El grupo explica en su página de internet que tomó las medidas necesarias para asegurarse de la ausencia de trabajo forzado.
En cuanto al COI, asegura que una auditoría independiente "no demostró trabajos forzados, no remunerados, obligados o realizados por niños" entre sus proveedores, entre ellos Anta.
El informe, que no llega a mencionar a Xinjiang, se cuida de precisar que las ropas (suministradas por Anta) "no contienen algodón".
Sin embargo, según estima Human Rights Watch, la cadena de aprovisionamiento carece de "transparencia" y contiene "lagunas" como la identidad del tercero que realizó la auditoría y la metodología empleada.
En las sedes, los deportistas chinos no son los únicos en lucir ropa de Anta. Los equipos de snowboard y de esquí acrobático de Canadá también cuentan con la marca como proveedora.
Pero Canadá es uno de los países junto a Estados unidos que ha boicoteado diplomáticamente los Juegos, para denunciar violaciones de derechos humanos en China.
"No se dará respuesta a esa pregunta", zanjaba el jueves el responsable de prensa de la delegación canadiense al ser preguntado al respecto.
"Este patrocinio es problemático", estima para la AFP Zumretay Arkin, canadiense y responsable del Congreso mundial uigur, una organización compuesta por exiliados que se opone a Pekín.
"Los boicots diplomáticos a los Juegos Olímpicos de Pekín 2022 fueron bien recibidos, fue una buena herramienta para ejercer presión sobre China. Sin embargo, el hecho de que Canadá sea colaborador de Anta Sports desacredita esa decisión y envía un mensaje contradictorio".
Desde un punto de vista estratégico, la alianza ilustra el giro de Anta hacia los deportes de invierno.
Anta acompaña al mejor esquiador de baches de la década, el canadiense Mikael Kingsbury, quien logró su tercera medalla olímpica en Pekín.
La marca se puso asimismo al frente en 2019 del consorcio que compró Amer sports, grupo que reunía a Salomon, Atomic y Arc'teryx.
Una estrategia enmarcada en la voluntad de acercar a la clase media china a los deportes de nieve y hielo, después de que el número de estaciones se haya cuadriplicado desde 2015.
Y el presidente chino Xi Jinping se protegía del frío en la ceremonia de apertura con una parka Arc'teryx.
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