Con su primer Grand Slam en el bolsillo y la atención concentrada en Tiger Woods, el español Jon Rahm se siente confiado para pelear esta semana por su primer título del Masters de Augusta.
Rahm, de 27 años, aspira a inscribir su nombre junto al de los otros españoles que se han enfundado la emblemática chaqueta verde: Sergio García, José María Olazábal y el fallecido Severiano Ballesteros.
"Ojalá pueda ser el cuarto en esa lista", confió Rahm en su conferencia de prensa del martes. "Hay mucha y buena historia española aquí a la que me encantaría sumarme".
Entre los numerosos incentivos de esta semana, Rahm podría también recuperar el liderato del ranking de la PGA que le arrebató a finales de marzo el estadounidense Scottie Scheffler.
A diferencia del año pasado, cuando fue el último golfista en llegar por el nacimiento de su hijo, Rahm se presenta en el Augusta National Golf Club (estado de Georgia) sin la exigencia de inaugurar su casillero de trofeos de Grand Slam, asignatura que cumplió el año pasado en el Abierto de Estados Unidos.
"Definitivamente uno quiere repetir. Siempre dicen que el primero es el más difícil. Es el principio de lo que queremos conseguir", explicó.
El español recuerda que su triunfo del pasado junio en el Grand Slam de Torrey Pines (California) le brindó sobre todo una sensación de alivio.
"No voy a mentir, para mí saber que ya no iba a entrar en la lista de 'los mejores que nunca han ganado un Major' fue un enorme peso que me quité de encima", dijo Rahm. "Fue más alivio que felicidad o cualquier otra cosa, al menos al principio".
"Fuimos a cenar y todo el mundo lo estaba celebrando. Y yo estaba sentado en la silla pensando OK, se acabó. No tengo que volver a oír eso nunca más", recuerda. "Incluso a los 26 años lo oía cada semana. ¿Cuándo vas a ganar? Como si ganar un Grand Slam fuera fácil".
Con aquel triunfo, el golfista de Barrika (norte) brindó a España un trofeo que se le negó a sus ilustres predecesores.
"Romper esa barrera me dio mucho orgullo", dijo. "Siempre me ha interesado más la historia y el legado: intentar poner tu nombre en la historia del juego y saber que va a estar ahí para siempre".
En la pelea por el número uno del ranking, Rahm es uno de los seis participantes en el Masters que podría ocupar ese puesto el próximo lunes, para lo que necesita terminar entre los seis primeros.
"Esta es la belleza del juego en el que vivimos ahora. Cualquiera puede ser el número uno. Yo pude serlo durante bastante tiempo. Espero poder recuperarlo", dijo Rahm, que desechó el cartel de favorito que tiene entre los apostadores.
"No podría importarme menos lo que digan las probabilidades", zanjó. "Me gusta pensar que yo mismo soy el favorito en mi mente. No me preocupa lo que hagan los demás jugadores. Solo voy a salir a buscar la puntuación más baja que pueda, y espero que eso sea suficiente".
En Augusta, Rahm se ha mostrado siempre competitivo en sus cinco participaciones anteriores. El año pasado firmó una espectacular última ronda que le catapultó al quinto puesto.
El español ha concluido entre los diez mejores en los últimos cuatro torneos y su mejor resultado es un cuarto lugar en 2018.
En la conferencia del martes, Rahm también fue consultado sobre si alguna vez recibió consejo por parte de su ídolo Tiger Woods, quien se perfila para protagonizar un nuevo asombroso retorno al golf en Augusta 13 meses después de su accidente automovilístico.
"Creo que solo hay un hombre en este campo que escucha consejos de Tiger", dijo Rahm en referencia a Justin Thomas, amigo personal del astro. "Yo he preguntado antes y no he conseguido nada. Así que puede que tengas que preguntarle a Justin Thomas porque yo no".
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