Más de 60 personas resultaron heridas el domingo en la isla francesa de Córcega en los disturbios registrados durante una manifestación en apoyo al independentista corso preso Yvan Colonna, en coma desde hace 12 días tras un ataque en prisión.
Tras una hora de manifestación al grito de "Estado francés asesino", la protesta degeneró en "disturbios", según el fiscal de Bastia, que el domingo en la noche informó de 67 heridos, entre ellos 44 miembros de las fuerzas de seguridad.
Yvan Colonna, condenado por el asesinato del prefecto Claude Erignac en 1998, se encuentra en coma desde el 2 de marzo, cuando otro preso de la cárcel de Arles (sur), presentado como un "yihadista", intentó asfixiarlo. Desde entonces, la tensión es patente en la isla.
"Todo el pueblo corso se moviliza contra la injusticia, para exigir la verdad y (...) una verdadera solución política" entre el Estado y Córcega, aseguró el presidente regional, el nacionalista Gilles Simeoni, que suele reclamar un estatuto de autonomía.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, viajará el miércoles y jueves a la isla para conversar con los políticos locales, tras escuchar sus reivindicaciones sobre su "futuro institucional, económico, social o cultural", indicó en un comunicado.
La protesta del domingo en Bastia comenzó sin altercados. Según la prefectura, participaron al menos 7.000 personas. Los organizadores informaron por su parte de 10.000 manifestantes.
A la llegada del desfile a la prefectura, decenas de manifestantes, en su mayoría jóvenes, lanzaron cócteles molotov y piedras. Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Los manifestantes prendieron fuego a la entrada de la oficina local de impuestos en los altercados que se prolongaron durante seis horas, hasta las 22H30 (21H30 GMT) de la noche, según la prefectura.
Desde el 2 de marzo, las manifestaciones se suceden en esta isla del Mediterráneo, gobernada por nacionalistas corsos, a llamado de organizaciones de estudiantes, nacionalistas o sindicatos.
Para intentar calmar los ánimos, el gobierno francés anunció en vano el traslado a la isla de dos otros miembros del "comando Erignac" condenados por su asesinato.
Colonna pedía desde hace tiempo su traslado a una prisión de Córcega, una solicitud rechazada por su estatus especial de preso. El primer ministro francés, Jean Castex, se lo retiró el martes.
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