EscucharNicaragua anunció este jueves que retira a su embajador en España, Carlos Midence, por "presiones y amenazas injerencistas" recibidas del gobierno español, en momentos en que Madrid evaluaba reponer a su máximo representante diplomático en Managua.
El gobierno de Daniel Ortega "a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores comunica a esa cancillería del Reino de España, su decisión de retirar de sus funciones al embajador Carlos Midence", dijo Managua en una carta oficial.
La cancillería nicaragüense aseguró que la "decisión responde a las continuas presiones y amenazas injerencistas sobre nuestro embajador, que hacen imposible el ejercicio de la labor diplomática".
La declaración ocurre en momentos en que España, a través de su secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe de España, Juan Fernández Trigo, había mostrado disposición para reponer a su embajadora en Managua.
Algunos medios nicaragüenses, citando fuentes en Madrid, aseguran que el gobierno de Ortega se negó a la posibilidad de un nuevo embajador, y que España había advertido que actuaría en reciprocidad.
La embajadora María del Mar Fernández-Palacios salió de Nicaragua en agosto pasado, cuando Madrid la llamó a consultas. Esto, después de que Nicaragua acusara a España y otros países de entrometerse en sus asuntos internos y de promover una candidatura única de oposición para que enfrente a Ortega en los comicios de noviembre.
Desde entonces no volvió al país centroamericano.
La salida del Fernández-Palacios se produjo en medio de las críticas internacionales, incluida España, contra la ola de detenciones de opositores en Nicaragua, entre ellos siete aspirantes a la presidencia, que ocurrieron previo a los comicios donde Ortega obtuvo su cuarto mandato consecutivo.
El pasado 25 de febrero, el gobierno de Ortega reclamó por unas "insolentes declaraciones" del canciller de España, José Manuel Albares, aunque nunca precisó a qué se refería.
El retiro este jueves del nicaragüense Midence coincidió con la decisión del Ministerio de Gobernación de suspender temporalmente el club privado Casa España, fundado por inmigrantes españoles, que operaba en la sureña ciudad de Masaya, por "contradicciones" internas.
Funcionarios y allegados del gobierno de Ortega, entre ellos su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y algunos de sus hijos han sido sancionados por Estados Unidos y la Unión Europea, acusados de violar los derechos humanos durante la represión a las protestas opositoras del 2018.
Ortega, un exguerrillero de 76 años y líder del izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) gobernó en los años 80 y retornó al poder en 2007.
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